El dibujante Albert Uderzo, cocreador del cómic de Astérix, ha anunciado este viernes que da por terminadas las batallas judiciales mantenidas desde el 2007 con su hija a raíz del despido de esta y de su marido de la editorial Albert René, creada para gestionar los productos del célebre personaje.

El matrimonio Uderzo y su hija Sylvie señalaron en un comunicado común su intención de "pasar página" a los reproches lanzados por ambas partes y "desistir de toda denuncia, instancia o acción en curso relativa al contencioso que les oponía".

Su anuncio ha sido difundido el mismo día en que el Tribunal de Apelación de Versalles, a las afueras de París, ha dictaminado que el dibujante, de 87 años de edad, no ha sido objeto de abuso de debilidad mental, contrariamente a lo que alegaba su hija.

Esa corte confirmó así la decisión tomada por la justicia francesa en diciembre del 2013, cuando se archivó la denuncia presentada por Sylvie al considerar que Uderzo estaba "lúcido" y tenía "plena capacidad para tomar sus decisiones".

Conflicto desde el 2007

El conflicto se remonta al 2007, tras el despido de Sylvie y de su marido de la editorial Albert René. La hija estaba en contra de la decisión de vender la editorial al poderoso grupo Hachette.

Cuatro años más tarde, Sylvie cedió a la presión de la editorial, pero presentó una denuncia ante la justicia al considerar que el entorno de su padre se estaba aprovechando de su supuesta debilidad mental para abusar de la fortuna generada por el "irreductible galo".

Astérix, creado en 1959 por Uderzo junto con el ya fallecido guionista René Goscinny, ha vendido más de 352 millones de álbumes en todo el mundo, traducidos a 111 lenguas y dialectos, a lo que se suman otros derechos, como los procedentes del cine, la mercadotecnia o los parques de atracciones.

Desde la presentación de la denuncia, los jueces instructores habían interrogado en diversas ocasiones al dibujante y a su esposa, Ada, para concluir que no se podía sostener el delito de abuso de debilidad.

Uderzo expresó entonces su deseo de que esa decisión acabara con el "acoso judicial y mediático" orquestado en su opinión por su hija y su yerno, pero Sylvie contraatacó con otra denuncia contra ellos por "violencia psicológica" por el "daño moral" sufrido.

En el comunicado de hoy, enviado a los medios franceses, las dos partes aseguraron haberse reconciliado, y tener la intención de no volver a pasar por los tribunales y "aprovechar plenamente la felicidad recuperada".