La pregunta era lógica y esperada, y Adriana Ugarte la afrontó desde la sinceridad. "Cuando me dijeron que me iban a dar el premio Ciudad de Huesca, me sorprendió tanto que me entró el miedo. Tanto que les dije, '¿me queréis matar ahora que voy encontrado mi sitio y el pulso a mi carrera?". Algo que, en cualquier caso, no evitó que la actriz asegurara que es "algo de agradecer y un placer que cuenten conmigo". La actriz madrileña, de 29 años, que recibió ayer el galardón en una gala celebrada en el Teatro Olimpia de Huesca pasa por un momento dulce en su carrera después de su éxito en El tiempo entre costuras, pero ella tiene claro que todo puede ser pasajero. "No creo que sea la actriz de moda. Todo tiene su encanto y su momento y es la serie la que es un producto muy bello. Yo soy la misma que antes, con mi evolución pero no me puedo creer esto porque no es real".

La actriz, que estuvo acompañada por Luis Alegre en su comparecencia, aseguró que lo que ha cambiado desde aquella nominación a los Goya con apenas 20 años por su papel en Cabeza de perro es su forma de vivir. "He economizado las prioridades, pongo los acentos en lo que me importa y, sobre todo, a la hora de actuar, he aprendido a darle la misma importancia a todos los momentos de la historia. No hay que relajarse en ninguna parte, te puedes divertir, pero no relajar", reflexionó la actriz.

Con respecto a la situación del cine español, Adriana Ugarte también lo tiene claro. "No se puede separar de la situación de la sociedad. Para la cultura hay poco apoyo pero hay que poner la energía en buscar formatos más económicos y abordables y no cesar en contar historias con los medios que podamos. El cine español está malito pero hay que continuar", reivindicó la actriz que señaló que ella es una "privilegiada" porque no le falta trabajo. "Hay que tener en cuenta que los que hemos podido trabajar y nos enfrentamos a un parón no es al misma situación que la de un funcionario que se queda en el paro, es algo que no se puede obviar".

La Premio Ciudad de Huesca de este año, la más joven de la historia, también tuvo un recuerdo para la estrella del festival, los cortometrajes. "Yo comencé mi carrera con uno, Mala espina. Es un género que me fascina, me maravilla porque condensa emociones e historias en tan pocos minutos. No es un aperitivo, es algo muy valiente", señaló Adriana Ugarte.