Este año se ha revelado con más detalle que nunca antes lo que sucedió hace aproximadamente 66 millones de años cuando un inmenso asteroide impactó con la Tierra. Acto seguido llegaron terremotos, tsunamis, incendios, corrimientos de tierra y otros cataclismos que arrasaron tres cuartos de la vida que existía en ese momento en el planeta. Fue el principio del fin de los dinosaurios pero, también, el momento que permitió a los mamíferos dejar de ser solo criaturas de la noche y evolucionar. Los historiadores de la televisión quizá miren un día en el futuro a los Emmy de la madrugada de este lunes (hora española) como los paleontólogos y científicos a los fósiles de Dakota del Norte o a las rocas del cráter de Chicxulub. Al hacerlo, puede que se topen con un dragón.

'Juego de tronos' libra con su octava y definitiva temporada su última batalla en los premios de la Academia de la Televisión de Estados Unidos para cincelar el lugar que ya tiene asegurado en el podio del género y del medio. La producción de HBO llega con el récord de máximas nominaciones para una serie en un solo año (32). Diez ya las convirtió en estatuillas en los previos Emmy creativos y técnicos, elevando la marca de serie más premiada de la historia hasta los 57 galardones en total. Y si suma al menos tres premios en las siete candidaturas con que compite en Los Ángeles superará su propio hito de 12 galardones que estableció en el 2015 y repitió en el 2016.

También, si su compañera de cadena 'Succesion' no da la campanada y como apuntan todas las quinielas 'Juego de tronos' se alza con el Emmy como mejor serie dramática, igualaría la marca de cuatro que tienen 'Canción triste de Hill Street', 'La ley de Los Ángeles', 'El Ala Oeste' y 'Mad men' ('Frasier' y 'Modern family' tienen cinco en categoría de comedia). Y sería un broche de oro para una serie que ha sido fenómeno audiovisual pero también cultural y social y, quizá, el último de una especie.

TRANSFORMACIÓN POR 'STREAMING'

Aunque los trastornos que ha producido la irrupción del 'streaming' en el mundo audiovisual han sido más graduales que los de aquel asteroide que acabó con los dinosaurios, es evidente que está provocando un cambio de era, comparable en cierta forma a la aparición de los canales de cable en los años 80 pero más intenso. Las plataformas siguen llegando como una lluvia de meteoritos y para abril del año que viene los servicios de Apple TV Plus, Disney Plus o Warner Media, detrás de HBO Max, se habrán sumado a Netflix, la primera que provocó un seísmo, y a Amazon o Hulu.

Una parte importante de su oferta está en asegurarse los derechos de emisión de éxitos pasados, como han demostrado las sonadas guerras por clásicos recientes y contemporáneos como 'Seinfeld', 'Friends', 'The office' o 'The Big Bang theory', batallas que se ganan a golpe de talonario y en las que, según algunos cálculos, se han desembolsado más de 2.000 millones de dólares. Pero las plataformas disparan también la producción original. En el 2018 año se estrenaron en EEUU casi 500 series con guion, el doble que en el 2011. Y aunque a la par del estallido de la cantidad también hay explosiones brillantes de calidad, se anticipa cada vez más difícil que ninguna producción llegue a generar un fenómeno o a captar la atención global (de audiencia, de medios de comunicación y de los 25.000 académicos de la televisión estadounidense) como hizo 'Juego de tronos'.

FAVORITOS Y SORPRESAS

Quizá esta edición de los Emmy sea, como anticipan algunos analistas especializados ante los cambios, la última de favoritos claros, de sagas como la de 'Juego de tronos' o la de Julia Louis-Dreyfus, ya premiada seis veces como actriz protagonista de comedia por 'Veep' y con opción de hacer este domingo pleno de siete. Hay, no obstante, muchos más elementos que ayudan a dar emoción a una gala que, como los últimos Oscar, no va a tener presentador.

Nadie descarta que la brillante 'Fleabag' de la sorpresa ante 'Veep' o 'The marvelous Mrs. Maisel' y en los Emmy creativos se llevó el galardón a mejor elenco, precursor los últimos cuatro años del de mejor comedia. Muchos ojos están centrados en Billy Porter, primer hombre negro abiertamente gay nominado como actor protagonista de drama por 'Pose', y otros tantos en Sandra Oh, que en su octava nominación, y segunda por 'Killing Eve', puede convertirse en la primera ganadora del Emmy a protagonista dramática de origen asiático.

La excelente cosecha de miniseries, además, ha permitido uno de los duelos más intensos. Ahí están 'Fosse/Verdon', por la que es favorita como actriz Michelle Williams; 'Fuga en Dannemora' y 'Heridas abiertas'. Pero, sobre todo, ahí está 'Chernobyl', que en los Emmy creativos ya conquistó siete de las 19 estatuillas a las que opta, frente a una producción de tanto peso político, social, histórico y actual como 'Así nos ven', de Ava DuVernay.

La batalla entre estas dos últimas producciones ejemplifica también la lucha entre HBO y Netflix. Tras caer por detrás de la plataforma el año pasado en nominaciones, el canal de cable ha vuelto este año a la 'pole position', con 137 candidaturas frente a las 120 de Netflix. En los últimos 17 años nadie ha superado a HBO en estatuillas. Quizá este año tampoco pero definitivamente los tiempos, como canta Bob Dylan, están cambiando.