En mayo, Robin Williams se llevó una noticia desagradable. CBS anunció que no habría una segunda temporada de The crazy ones, la serie donde interpretaba a un excéntrico ejecutivo publicitario. «La cancelación le afectó mucho», dijo Rick Overtone, amigo suyo desde hace cuatro décadas. «A todos nos afectaría algo así, pero más aún a un paciente de corazón con depresión. Se volvió muy callado». Aquella primavera completó la tercera parte de Noche en el museo y le puso la voz al perro de la comedia de ciencia-ficción Absolutely anything, su último trabajo profesional.

El entorno de Robin Williams y sus fans tratan de explicarse cómo el hombre que había hecho feliz a tanta gente pudo quitarse la vida ahorcándose en casa con un cinturón. «Fue valiente al enfrentarse a la depresión, la ansiedad y a las primeras fases de un párkinson que aún no estaba preparado para hacer público», escribió en un comunicado su esposa, Susan Schneider, la última persona que lo vio con vida, el domingo. Aquella noche Schneider se fue a la cama sobre las 22.30 y, a la mañana siguiente salió de casa pensando que el cómico aún dormía en una habitación separada. Fue su asistenta personal, Rebecca Spencer, quien lo halló poco después sin vida.

A Williams le gustaba el ciclismo y pasear a su perro por las inmediaciones de su casa californiana de Tiburón. Una semana antes de morir cenó con su mujer en un restaurante y, como casi cada martes, pasaron por el teatro Throckmorton a ver un espectáculo, según People. «Era el mismo tipo efervescente, divertido y cariñoso de siempre», contó la directora de márketing de la sala.

Pero uno de sus amigos sabía que no estaba bien. Tres días antes, Johnny Steele lo llamó para salir en bici, lo que Williams llamaba su «terapia móvil». Apenas habló durante el recorrido. «Había perdido mucho peso y estaba muy distraído. Me preocupé mucho», relató Steele. Radar Online publicó que en aquellas últimas jornadas sumido en la depresión, dormía 18 horas y apenas comía, pero otras fuentes dibujan una vida relativamente activa. La víspera de su muerte habría asistido a una reunión de Alcohólicos Anónimos, pese a estar sobrio según su mujer, y más tarde fueron a una galería de arte. En las fotos está delgado y viste de negro como si ya estuviera de luto, la misma sensación que ahora siente su legión de seguidores.