«Una palabra adecuada» con una determinada «carga adecuada» puede cambiar una sociedad, aseguró ayer el escritor turolense Javier Sierra, premio Planeta de este año, que recordó que la palabra «independencia» ha tenido muchos significados a lo largo de la historia. Así lo indicó Sierra en el acto de presentación celebrado en el Instituto Cervantes de Madrid de las novelas ganadora y finalista del último Premio Planeta: El fuego invisible, del propio Javier Sierra, y Niebla en Tánger, de Cristina López Barrio, respectivamente. El turolense se declaró un «gran fan» de Umberto Eco, al que calificó de «gran diseccionador de las palabras», y explicó que su novela trata de responder a una pregunta: «¿De dónde vienen las ideas?».

La presentadora de televisión Cristina Villanueva dialogó con el ganador y la finalista del Premio Planeta en este acto que presentó el presidente del grupo Planeta, José Creuheras, y al que asistieron el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo; el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera y el director del Instituto Cervantes, Juan Manuel Bonet.

Un galardón que dijo Creuheras, ha logrado vender 43 millones de ejemplares de las novelas premiadas a lo largo de su historia, lo que supone que en los 18,5 millones de hogares españoles hay una media de dos obras ganadoras del Planeta. De hecho, El fuego invisible ya va por su segunda edición cuando todavía no se había realizado su acto de presentación oficial.

«AFECTO Y CERCANÍA» / Conseguir el Premio Planeta ha provocado en Javier Sierra (Teruel, 1971) una mezcla de «afecto, emoción, cercanía y transversalidad», según confesó este autor cuyas novelas han sido publicadas en más de 40 países. El fuego invisible cuenta la historia de David Salas, un profesor de Lingüística del Trinity College en Dublín, con raíces españolas y que debe viajar a Madrid, donde encuentra a una vieja amiga de su abuelo, que le planteó de niño la pregunta: «¿De dónde vienen las ideas?»

El escritor explicó que el «fuego invisible» es «una metáfora del alma y un enigma que debe ser descubierto». La novela relata la historia de una palabra que apareció en un libro en el siglo XII en una novela que quedó además inacabada, «y esa palabra es grial». Javier Sierra se centra en esta novela en el grial pero no solo como el objeto físico que pudo haber sido utilizado en la última cena de Jesucristo sino como una búsqueda, una idea que permite comunicarse con otros planos de la realidad.

Cristina López Barrio consideró, por su parte, que el Premio Planeta, del que ha sido finalista, «es intrínseco a la historia lectora de España». Su novela Niebla en Tánger es un homenaje a la literatura y a la lectura, con un juego entre la realidad y la fantasía en el proceso de creación narrativa, aseguró la propia escritora madrileña.

Esta novela relata cómo la vida de una mujer atrapada en la mediocridad da un giro irreversible tras acostarse con un desconocido. La búsqueda del hombre misterioso le lleva a una ciudad exótica, Tánger, al encuentro de la autora del libro que dejó olvidado y cuyo protagonista se llama igual que él.

Tánger, con su halo de ciudad «un tanto mítica», dio a López Barrio la oportunidad de plasmar la historia de esta mujer para la que un libro «es un viaje, una evasión» y para plantearse cómo la vida cómoda hace que se sacrifique la libertad.

Al recibir el Premio Planeta de este año, Javier Sierra se convirtió así en el cuarto aragonés en recibir el galardón. Anteriormente, ya lo habían ganado Santiago Lorén, Ramón J, Sender y Soledad Puértolas, última en llevárselo y única mujer aragonesa, que lo consiguió hace ya 28 años, en 1989.