Se definen como «el eslabón que evita que un libro desaparezca» y con ese espíritu y con el de «dejarse sorprender», la Feria del libro viejo y antiguo de Zaragoza abre mañana (11 horas) en la plaza Aragón su decimoquinta edición que se inaugurará con el pregón que pronunciará el catedrático de la Universidad de Zaragoza Túa Blesa. El presidente de los libreros de viejo y antiguo de Aragón (Alvada) y propietario de Prólogo, Pablo Parra, acompañado de Nacho Asín, de la librería Luces de bohemia, y del director general de Cultura del Gobierno de Aragón, Nacho Escuín, desvelaron los pormenores de la cita, ayer, en el museo Pablo Serrano de Zaragoza.

OFERTA MUY AMPLIA

12 son las librerías que participarán este año en la feria, tres de ellas de Zaragoza (Luces de bohemia, Prólogo y Libros del rescate) así como representantes de Valencia, Madrid y Navarra. «No tenemos una temática concreta -señaló Parra-, la oferta es muy amplia y, además de los libros, también se pueden encontrar mapas, carteles.... Y es que, le apuntó Nacho Asín, «encontrar un tesoro no tiene porque ser dar con un incunable, puede ser reencontrarte con el libro que te leía tu madre de pequeño y que perdiste».

En las más de dos semanas de feria, el visitantes se podrá encontrar con «los Anales de Aragón, algún incunable de Jorge Cocci, manuscritos... el que quiera un libro de lo que sea, lo encontrará», comentó Nacho Asín que fue un poco más allá para lanzar una recomendación a los posibles visitantes: «Uno tiene que dejarse llevar y encontrar su propio tesoro».

La feria volverá a ubicarse en la plaza Aragón, un sitio ya tracional para los libreros y que les otorga una ventaja: «La ubicación es muy buena porque hace que algunos vengan por gusto y otros por obligación ya que es un punto de paso para mucha gente», indicó Asín al que Parra completó: «Cuando yo era socio del Círculo de lectores de pequeño siempre leía que El principito era para una edad de 8 a 88 años... Y así es nuestra feria, dirigida a un abanico muy grande público».

Para este año, la cita, organizada por Alvada en colaboración con el Ayuntamiento de Zaragoza, el Gobierno de Aragón y Libris, ha recuperado uno de los carteles que dibujó Antonio Mingote cuando la feria de la capital aragonesa estaba arrancando: «Es una manera de acordarnos del centenario del nacimiento del genial dibujante», explicó Nacho Asín.

Con respecto a la supervivencia de la venta del libro presencial ante el auge de la venta por internet tanto Parra como Asín coincidieron en que «a la gente le gusta ver el libro antes de comprarlo, sobre todo cuando ya tiene un precio superior a los 20 euros porque la imagen de internet puede que no sea tan fidedigna... Internet ha cambiado muchas cosas pero la feria se sigue haciendo porque se sigue vendiendo». Y es que, para Parra, «en Aragón sigue habiendo mucha gente joven que se acerca cada vez más a los libros aragoneses gracias a esta feria», señaló Pablo Parra que indicó «que no hay una tendencia fija de gustos de la gente porque lo importantes es que en esta feria hay libros que vuelven a sus casas y con los que nos reencontramos».

La cita con el libro viejo y antiguo se podrá visitar desde mañana hasta el 14 de abril en horario de 11 a 14 horas y de 17 a 21 horas.