Ángel Baile (Zaragoza, 1995) se impuso a otras cuatro jóvenes promesas el pasado viernes al hacerse con la I beca Pilar Lorengar, dotada con 10.000 euros destinados a continuar los estudios prefesionales de canto. El tenor aragonés, de 21 años, estudiante de segundo curso de Canto Lírico en el Conservatorio del Liceo de Barcelona, comenzó a los 15 años a recibir clases de técnica vocal con la soprano Milagros Suero, para posteriormente comenzar estudios de piano y lenguaje musical. Además estudia tercer curso de Historia a distancia y actúa con la compañía zaragozana MikÓpera.

- ¿Esperaba ganarla beca?

- La verdad es que no esperaba para nada ganar, para mí eso estaba descartado de entrada. Además, mis compañeros tenían un gran gran nivel, y en la prueba del viernes todos deslumbraron con unas voces e interpretaciones muy buenas, cada uno en su estilo y repertorio. La verdad es que no me lo esperaba para nada.

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- Sin embargo, el fallo del jurado fue unánime…

</b>- En efecto, unánime. Me hizo especial ilusión, todo el jurado pensó en mí para otorgar el premio.

- ¿Cómo eligió el repertorio que presentó a la beca?

—Me gusta cantar el repertorio con el que me siento más a gusto, es el que me permite expresar la mayor sensibilidad. Escogí una serie de piezas que fueron jugando entre el sentimiento de amor, el sentimiento de alegría contenida y el sentimiento de despreocupación. Jugué con diferentes sensibilidades. Decidí elegir un repertorio que me permitiese jugar con algunas perspectivas.

- Consultando anteriores interpretaciones suyas, parece tener debilidad por Schubert...

- Sin haber profundizado muchísimo en el género del canto lírico, puedo decir que por el momento Schubert es de mis autores preferidos. Es uno de los grandes compositores del género, aunque como ya te he dicho antes, me decanto más por la escuela italiana, más mediterránea.

- ¿Cómo compagina sus tres proyectos de formación?

- Durante el curso lectivo estoy dedicado por entero al conservatorio y a la música. Entre semana vivo en Barcelona y algunos fines de semana voy a Zaragoza para ver a la familia. Intento que esos fines de semana coincidan con las actuaciones de MikrÓpera. Respecto al tema de la carrera, yo empecé historia en la Universidad de Zaragoza. Hice primero y segundo curso de forma presencial y en el verano que yo empezaba tercero me presenté al conservatorio en Barcelona. Ahora intento compaginar ambas cosas. Aprovecho los meses de verano para estudiar y me presento a los exámenes en septiembre.

- ¿Cómo afronta los años que le quedan en Barcelona?

- Me queda muchísimo por aprender. Tengo que asegurar algunas cosas técnicas. Lo afronto con muchísima ilusión porque es un mundo que me encanta. Para mí no es un estudio ni un esfuerzo estudiarme unas piezas o trabajar una técnica vocal. Porque para mí es un disfrute. Va a ser un recorrido largo a la par que apasionante.

<b>- Después de acabar sus estudios en Barcelona, ha dicho que quiere continuarlos en Italia…</b>

- Así es. La razón por la que quiero viajar a Italia es que quiero conocer por dentro su tradición musical. El género que más me gusta es la ópera italiana, y si algo te gusta mucho y ese algo es intrínseco a un país, debes visitarlo para empaparte de aquello que te gusta. Aprender cómo se canta el repertorio tradicionalmente etc. Cuando acabe los dos años que me quedan, me gustaría viajar a Italia para aprender el estilo operístico italiano desde dentro.

- ¿Tiene preferencia por alguna academia en concreto?

-Desde que empecé siempre he tenido el sueño de entrar en la academia del Teatro alla Scala de Milán. Es una academia de renombre y prestigio inmenso. Hay muchos otros centros importantes donde se imparte enseñanza musical en Italia, pero alla Scala acoge los estudios más tradicionales de ópera italiana.