Las Fallas Valencianas vivieron otra tarde de aburrimiento y casi desesperación en el tendido por la incapacidad y falta de ánimo de los toreros, con el agravante para éstos de que tuvieron enfrente un encierro muy toreable. Se lidiaron toros de la familia del Niño de la Capea, cinco con el hierro de los hijos Pedro y Verónica Gutiérrez, y uno, el segundo, sobrero, con el de la esposa Carmen Lorenzo. Corrida floja, pero noble y con clase. Sólo el cuarto desentonó.

Morante de la Puebla consiguió pinchazo y estocada (palmas); y estocada (pitos). El Juli, estocada trasera y tres descabellos (ovación tras un aviso); y estocada y dos descabellos (aviso y gran ovación tras petición insuficiente). Y Manzanares, cuatro pinchazos y tres descabellos (silencio tras un aviso); y pinchazo, media tendida, nuevo pinchazo y estocada (dos avisos y palmas).