Un divorcio en ciernes, el conflicto generacional entre madre e hija, un abuso sexual o la larga espera de una llamada que nunca llega. Estas son algunas de las desgarradoras historias que llegan este viernes, sábado y domingo al Teatro del Mercado de la mano Vendaval una recopilación de cinco textos diferentes escritores como Angelis Aymar, Alejandro Jornet y Miguel Ángel Mañas, quien además dirige la producción. Unas tramas que son narradas gracias al talento de las actrices zaragozanas María Pérez y Marissa Nolla, que realizando continuamente un intercambio de roles se valen solas en un escenario casi vacío para acercar estas cuestiones al público.

«Son temas duros que presentan a mujeres muy reales con relaciones muy reales, pero en el escena estos temas se tratan desde varios ángulos, no solo es el reflejo de la crueldad y la desesperación, sino que muchas veces se afrontan desde el humor que caracteriza a las personas que han pasado por muchas cosas y llega un punto en el que se preguntan si no les puede pasar nada más», afirma Nolla, la mitad de este dúo actoral que se enfrenta hasta a cinco cambios diferentes de personaje en poco mas de una hora de espectáculo. «La complicación de este montaje no es solo la cantidad de personajes que tienes que encarnar, sino que esos cambios se tienen que realizar en el propio escenario, ya que a lo largo de la obra ni María ni yo salimos de escena en ningún momento», señala, y añade: «no puedes llevarte un personaje descarado a uno intimista que viene inmediatamente después, esos cambios sobre el escenario sin pasar por bambalinas requieren una concentración más exigente que la que puedes precisar en una obra estándar, los textos no deben entremezclarse en ningún momento».

Una serie de cambios de personaje para los cuales las actrices solo pueden valerse de un pequeño biombo portátil presente en el escenario, un elemento minimalista que casa con la tónica general del espectáculo, en el cual Mañas insistió en eliminar cualquier tipo de atrezzo que no fuese absolutamente imprescindible. «Miguel Ángel insistió en que esos elementos podrían distraer al público, y lo cierto es que en una obra tan de tú a tú, en la que el público está mirando a los ojos a los actores y tratando de sentir lo que ellos sienten en la escena todos aquellos elementos de atrezzo no aportaban nada en la escena. Miguel Ángel tenía la idea de que nosotras llenásemos el escenario por completo», dice Nolla.

Se trata de un exigente reto actoral solo alcanzado gracias a la gran complicidad presente entre Nolla y Pérez, ambas profesoras de la Escuela Municipal de Teatro de Zaragoza en el departamento de Voz (en las especialidades de expresión oral y canto y dicción respectivamente). «A pesar de que conocía a María desde hacía muchos años, nunca nos habíamos subido juntas a un escenario, y la verdad es que hacerlo con ella y no con cualquier otra me proporcionó una gran tranquilidad, ya que sabía de antemano que existía una afinidad entre las dos en la manera de ver el mundo y en las propuestas que íbamos a trabajar con Miguel Ángel», reconoce la actriz, que turna continuamente el protagonismo de la obra entre ella y su compañera en un juego de roles dinámico e innovador.

DEJARSE SORPRENDER

Las propuestas fueron en todo momento coordinadas y revisadas por el también zaragozano Miguel Ángel Mañas, del cual Nolla destaca su gran capacidad de adaptación y su interés por las propuestas nuevas provenientes de los actores. «Trabajar con él ha sido muy fácil, Miguel Ángel tiene las cosas muy claras, no es de improvisar o de quitar importancia a las cosas y en muchas ocasiones le propusimos cosas y nos tuvo que decir que no, pero también tiene esa faceta en la que nos permite participar de la puesta en escena, de dejarse sorprender, y es algo que se agradece ya que creo que es en ese tipo de ambientes en el que se crean las cosas que merecen la pena», concluye Nolla.

La obra permanecerá en el Teatro a lo largo del viernes (20.30), el sábado (20.30) y el domingo (18.30), y el precio de la entrada es de 10 euros.