Alejandro Amenábar intentaba mantener la calma. Su voz se oía serena por teléfono, pero la risa entrecortaba sus palabras. No es para menos. Con el premio especial del jurado y el reconocimiento de Javier Bardem como mejor actor, Mar adentro dio ayer en Venecia el primer paso de una trayectoria internacional que prosigue el 17 de diciembre en los Estados Unidos.

La historia de Ramón Sampedro llegará a las salas norteamericanas con el título de Sea inside y con el objetivo de entrar en la carrera de los Oscar por la puerta grande, la que abre directamente la Academia de Hollywood.

"Venecia es el comienzo perfecto, sitúa a Mar adentro en la carrera internacional. Ahora es cuando empieza a navegar, nunca mejor dicho, mar adentro", declaró después de la gala, con el móvil en una mano y el León de Plata en la otra. La copa la llevaba Bardem.

"Es un monstruo de la interpretación, y no uno de los mejores, sino el mejor actor que hay en este país", dijo el director sobre el protagonista de su cuarto largometraje. "Ya le he dicho varias veces que le voy a poner un monumento. Ha sido el alma. Hemos sentido a Ramón Sampedro allí, durante todo el rodaje".

Amenábar precisó que la carrera internacional de la película incluye poder aspirar a un Oscar o a más de uno, pero también el estreno en las salas de muchos países. "Tengo una enorme curiosidad por ver cómo reaccionará el público de Francia o de Inglaterra. Saber cómo llega a personas de diferentes culturas un tema tan delicado cómo el que plantea Mar adentro".

Todavía no sabe en cuántas salas se estrenará en EEUU. "Supongo que después de estos premios aumentará el número". En noviembre, Amenábar y Bardem estarán allí para promocionar la película. Fine Line Features, brazo independiente de New Line Cinema, distribuidora de la trilogía de El señor de los anillos , se encarga de la distribución en habla inglesa.

La compañía ha pagado entre 4 y 5 millones de euros (680 y 823 millones de pesetas) --la mitad del presupuesto de la película-- para hacerse con los derechos.