Apesar del «terrible calor, la intensa actividad cultural de Zaragoza no se detiene ampliando incluso sus públicos potenciales» porque «no hay parones culturales». Así presentó ayer el concejal de Cultura de Zaragoza, Fernando Rivarés, la oferta cultural de la capital aragonesa para este verano, que se desarrollará en más de 100 escenarios de hasta 20 distritos de la ciudad y que se engloba bajo el título de Quédate en verano. Rivarés estuvo acompañado en la presentación de la misma, que se desarrolló en el anfiteatro del Náutico, de la gerente de Zaragoza Cultural, Elena Laseca.

Literatura, cine, música, circo, talleres, teatro, exposiciones y danza conforman una programación «para todos los públicos que es -razonó Rivarés- la culminación del trabajo de todo el año en algunos casos y la puesta en marcha de algunas novedades con respecto a ediciones anteriores». Entre ellas, destacó el concejal, una que nace directamente de la Mesa del libro y la lectura, y que toma el nombre de #Yoleoenzaragoza. Se trata de una actividad destinada al fomento de la lectoescritura que incluye desde talleres hasta cuentacuentos de todos los géneros y un cinefórum.

DESCENTRALIZACIÓN / Uno de los puntos esenciales de este programa es «la descentralización» de la cultura y, por ello, se ha programado una veintena de actividades en cinco barrios de la ciudad (Delicias, Movera, San José, La Jota y Santa Isabel) con las que se pretende «recuperar los espacios de cultura popular, lugares de encuentros vecinales y culturales». En los lugares escogidos («que responden a su facilidad de uso y a que cada año vamos rotando para llegar a toda la ciudad», dijo Rivarés) habrá espectáculos de música, teatro y títeres dirigidos a todos: «Está por ver que un niño de 5 años no se emocione con el jazz o que una persona adulta no pueda llorar con un espectáculo de títeres y por eso hacemos programación para que el público la comparta», explicó el concejal de Cultura.

Otra de las novedades de este verano, es la utilización del anfiteatro del Náutico con el Náutico Folk, que es «una manera de convertir el amor de la ribera del Ebro en un lugar para la cultura tradicional». Dentro del ciclo, se han programado cinco conciertos, uno de los cuales, el de Somerondón, ya se celebró el pasado 28 de mayo. Los siguientes serán Gaiteros del Rabal (18 de junio), Folkalaire (9 de julio), Dance del Rabal (27 de agosto) y Boira d’Albada (10 de septiembre).

ÓPERA EN SAN BRUNO / Dentro de la música, la ópera volverá a ser una de las apuestas del consistorio para este verano ya que, en colaboración con el Teatro Real, la plaza San Bruno se volverá a convertir en un recinto escénico con la proyección el 30 de junio de Madama Butterfly. Por su parte, la Música en el Foro Romano cumple su vigésimo cuarta edición de la mano de la Asociación Aragonesa de Intérpretes de Música que ha programado desde el 7 de julio al 1 de septiembre con conciertos, entre otros músicos, de El Trovar, Pablo Lleida, Luis Antonio González Marín y María Pilar Cubero.

A toda esta programación que incluye estas novedades hay que sumar los festivales ya consolidados en la ciudad como el Slap!, el Lagata, Trayectos y otras actividades como el Mercado de las tres culturas, la Noche en blanco (que se celebrará el 24 de junio) y A la fresca, organizada por los diferentes centros cívicos; y también la programación de las salas de teatro públicas y concertadas, aunque Fernando Rivarés insistió en la idea de que este Quédate en verano «no es amontonar toda la oferta en un concepto, eso murió hace tres años (en alusión a los Festivales del Ebro auspiciados por la anterior corporación municipal), esto es un proyecto educativo y de cultura colaborativa». Por eso, reivindicó «el modelo cultural que representa este ciclo que no es mero ocio veraniego sino cultura».

La mayoría de actividades, todas las que suceden en la calle, «son de acceso libre porque el acceso a la cultura y debe ser universal y con los salarios infames que hay en España de otra manera sería complicado», denunció Fernando Rivarés, que volvió a repetir que «lo gratis no existe ni en cultura ni en nada porque alguien lo paga, en este caso, los ciudadanos con sus impuestos y los patrocinadores con sus aportaciones».

El verano, a pesar del calor, también se puede disfrutar en la ciudad.