Muchos occidentales son los que temen viajar a Oriente Medio por miedo a lo que, una vez allí, puedan ver. La religión, las costumbres y, en general, «lo diferente», hacen que muchos europeos tengan una serie de clichés preconcebidos sobre los países árabes. Esta es la opinión al menos de María Gómez y Patiño, coordinadora del Grado de Periodismo de la Universidad de Zaragoza, que hace pocas semanas presentó un nuevo libro, Sola en Oriente Medio, que está disponible solo en formato electrónico

«El título ya es todo un reto y una provocación, ya que muchos pensarán que hay que tener narices para hacer un viaje así. Sola, siendo mujer, y a esta zona del mundo. Pretendía romper esquemas», cuenta la autora, que, al igual que la protagonista del libro, ha visitado muchos países orientales.

El libro se divide en siete relatos y un epílogo y, tal y como explica Patiño, no tiene un estructura fija que vaya de un principio a un fin, sino que es más bien «circular». En cada uno de los relatos, la protagonista viaja a un país diferente, conformando la lista lugares como Egipto, Líbano, Israel e Irán. A lo largo de las páginas -virtuales- del libro, se van sucediendo una serie de hechos, reencuentros y asesinatos que acompañarán a los lectores en este redescubrimiento de cómo es la vida en oriente.

«Yo he viajado por estos países también, pero no es un relato autobiográfico ni mucho menos. Sí que hay alguna cosa en el libro que se basa en mis vivencias, pero puedo garantizar que yo no intervengo en los asesinatos ni en nada de eso -ríe Patiño-. Es inevitable que cuando escribes te nutras de tu propia experiencia, porque no somos una página en blanco», explica la escritora, que también admite que su faceta de periodista le ha influido a la hora de escribir. «Cualquier periodista cuando escribe trata de abrir horizontes y abrir la mente de los que lo leen. No es una lectura que te deje frío», añade.

hablar desde dentro / Los relatos están narrados en primera persona, en un tono cálido e íntimo que ayuda a conocer los sentimientos y pareceres de la protagonista. «Poco a poco, todas las murallas que tiene en la cabeza se van cayendo conforme avanza el libro y se va construyendo una especie de puente de amor. Al final, viajar es algo que cautiva, que te atrae, que permite reencuentros y cuestiones que no estaban previstas y que son sorprendentes», dice Patiño. «No se sabe nunca si vivir es viajar o viajar es vivir», reflexiona también.

La religión es otro de los ejes vertebradores del texto, que pretende ser «un canto a la convivencia» entre cristianos, musulmanes y judíos. Por otra parte, la cuestión del género impregna también los sucesos narrados, ya que según Patiño, tenemos muchos prejuicios hacia las mujeres de oriente. «Debajo del velo hay mujeres igual de válidas, amables y cariñosas que nosotras. Cuando te sientas a hablar con ellas dejan de existir las diferencias», argumenta la autora. «Con las precauciones debidas y con respeto, viajar siempre ayuda a romper con el miedo», concluye.