TITULO Latidos del tiempo

AUTORES Ricardo Calero y Gervasio Sánchez

LUGAR La Lonja

FECHAS Hasta el 21 de noviembre

Donde quiera que la gente se sienta segura sentirá indiferencia. Así de claro lo pone de manifiesto Susan Sontag en su último libro, Ante el dolor de los demás , en el que también señala que una de las mistificaciones de nuestras verdaderas relaciones con el poder es el falso vínculo que establecemos los espectadores privilegiados con los que sufren remotamente. Siempre que sentimos simpatía, anota Sontag, sentimos que somos cómplices de las causas del sufrimiento, y nuestra simpatía proclama nuestra inocencia. Se impone por tanto la necesidad de apartar la simpatía hacia los otros acosados por la guerra y la política asesina a cambio de una reflexión sobre cómo nuestros privilegios están ubicados en el mismo mapa de su sufrimiento. De esta línea de pensamiento esgrimida por Susan Sontag participa el proyecto que Ricardo Calero y Gervasio Sánchez presentan en la Lonja con el título Latidos del tiempo . La mirada poética del arte y la mirada testimonial a la crónica de la realidad participan de un proyecto común que ante todo quiere ser, o al menos entiendo hemos de ver, como un estímulo privilegiado a partir del cual elaborar nuestra propia reflexión crítica con respecto a esa imaginaria proximidad con el sufrimiento afligido a los demás que tranquiliza nuestras conciencias. Por ahí habría que buscar también alguna de las causas de la crisis que viven el arte social y políticamente comprometido y el fotoperiodismo y documentalismo, además de, por supuesto, en el mínimo alcance de las propuestas artísticas en el imperio de la comunicación visual y en el dominio de los grandes monopolios informativos. Crisis distintas, pero todas agravadas por la indiferencia de quienes nos sentimos seguros, definitivamente insensibles ante la contemplación controlada del dolor de los otros.

En tiempo de guerras y crisis, la exposición Latidos del tiempo nos propone una posible vía de reconciliación con el sufrimiento de los demás a través de una larga secuencia de imágenes que los autores han articulado en torno a ocho capítulos: Tiempo y silencio, Identidad y memoria, Crueldad y dolor, Melancolía y soledad, Poder e indiferencia, Miedo y esperanza, Alegría y supervivencia y Resistencia y dignidad . El testimonio documental de las fotografías realizadas por Gervasio Sánchez en los diferentes conflictos bélicos a los que ha asistido como fotoperiodista se enriquece y asume una nueva condición cuando aparece vinculado a los colages, dibujos, esculturas e instalaciones de Ricardo Calero. En el encuentro no pasan inadvertidos ciertos desajustes de índole conceptual y expositiva, provocados por la línea de trabajo tan definida de ambos autores. Pese a las diferencias, el diálogo entre Calero y Sánchez invita a la reflexión de una cruel realidad que se resiste a toda descripción.