Las nuevas políticas de lanzamiento de las películas para consumo doméstico han puesto en pie de guerra a los videoclubs, que ven cómo algunos títulos pasan por sus estantes con las mismas prisas que los americanos de Bienvenido Mr. Marshall, sin tiempo para una explotación rentable.l llamado day and date

ha colmado la paciencia de los profesionales del sector. Se trata de poner en alquiler y a la venta una película al mismo tiempo. En España, Columbia, Fox, Warner y Universal aplican esta política a los filmes con más gancho. "Si el público tiene que esperar demasiado para comprar, podría cambiar de idea", argumentan fuentes de estas empresas. Esta estrategia ha causado graves perjuicios en EEUU a la hasta ahora todopoderosa cadena de videoclubs Blockbuster.En EEUU, el director general de la cadena Blockbuster, John Antioco, se ha puesto desafiante a lo John Wayne: "Tienen mucho que perder".