Viki Lafuente es, ante todo, cantante. Pero también una mujer inquieta a la que le gusta abordar numerosas disciplinas artísticas. Por eso, cuando en su camino se cruzó la figura de Frida Kahlo tuvo claro que iba a meterse en un nuevo proyecto «interdisciplinar» para abordar la figura de la pintora mexicana, «todo un ejemplo de superación». Nació así Frida Kahlo: Viva la vida, un concierto teatralizado que aúna música, teatro, danza, acrobacias y pintura en vivo y que repasa los momentos más destacados de la vida de la icónica artista. El espectáculo se estrena el viernes, 31 de mayo, en el Teatro de las Esquinas, donde también podrá verse el sábado, día 1 de junio.

«Frida aparece en un momento de mi vida en el que quería avanzar en mi carrera artística más allá de la música, que es mi mundo; siempre he sido una persona multidisciplinar, pero no había podido desarrollar otras facetas y necesitaba el impulso de alguien que, además, coincidiera con las ideas que yo tengo, y esa persona fue Frida», cuenta Viki Lafuente, de quien parte la idea original del montaje, que dirige Amparo Nogués.

Así, en uno de sus conciertos conoció a Mónica Marco, actriz y también acróbata, «y vi, también por su físico, que era mi Frida». A través de ella, «que está más metida en la escena teatral», conoció al resto de las personas que hoy forman el equipo de Viva la vida, incluida Reno, la artista plástica que pinta en directo. El resto del elenco lo configuran la bailarina y coreógrafa Ana Continente, el actor Pablo Regalado (que interpreta a Diego Rivera y otros personajes) y el grupo de músicos que habitualmente acompaña a Viki Lafuente, que obviamente canta en la obra, en sus conciertos: David Celorrio (guitarra), Víctor Palacín (violín) y Jesús Martí (contrabajo).

«Frida era también una persona multidisciplinar. Era importante que en el espectáculo hubiera pintura, pero a la hora de expresar los conceptos a través de las canciones pensé también en integrar otras disciplinas como el teatro y la acrobacia aérea».

Todo ello, explica Viki Lafuente, con la intención de crear un espectáculo «de interiorización, que nos enseña que al dolor se le puede ganar con color; que podemos sentirnos superiores si creemos en lo que hacemos. Frida -continúa la cantante- fue un ejemplo de superación y de poder, de que querer es poder».

Así, el espéctáculo repasa la trayecoria de la artista, cuya vida estuvo marcada por el infortunio de contraer poliomielitis y después por un grave accidente en su juventud que la mantuvo postrada en cama durante largos periodos. «Por tanto es escena se habla de arte, de valores, de política, de género, de discapacidad …. y pone sobre la mesa las pasiones y el dolor, pero también la esperanza y ese color que nunca falta en escena», concluye la creadora del proyecto.