TITULO: Pilar (auto)retrato de un cuerpo

AUTOR: Javi Joven

LUGAR: Sala Juana Francés

FECHAS: Hasta el próximo 23 de enero

El estadio del espejo, merced al cual, según anotó Lacan, el sujeto comienza a identificarse, a tomar conciencia de su cuerpo, empañará de dudas existenciales el reflejo de la imagen transitoria, para siempre. Puede ocurrir que de repente, en secreto, la enfermedad llegue a romper en pedazos al cuerpo herido, para siempre. El espejo, entonces, se convierte en implacable delator de la destrucción. Atender a la enfermedad y sus consecuencias, físicas y emocionales, activa la relación mantenida entre Pilar y Javi Joven (Zaragoza, 1976), de la que esta exposición es sólo un capítulo.

Parece claro que el arte es uno de los caminos más seguros para adentrarnos en el territorio de nuestra identidad individual y colectiva; y así lo intuyó Pilar tras leer la entrevista a Javi Joven en El Periódico de Aragón con motivo de su primera exposición individual, en la sala Barbasán. Pilar puso en las manos del artista su ansiada reconstrucción, brindándole la posibilidad mágica de representar pictóricamente su cuerpo lastimado en una imagen permanente, ya para siempre.

Y Pilar acertó; desde aquel momento, Javi Joven emprendió, con Pilar, la complicada tarea que exigía abordar este proceso plástico e intelectual que pretende no sólo convertir la pintura en el espejo donde Pilar permanezca a salvo, sino también fijar la mirada del espectador hacia aquello que normalmente rechaza.

La fortaleza y valentía de Pilar es también la de Javi Joven, artista que ha demostrado su posicionamiento radical y sensible ante determinadas cuestiones que nos afectan, sin temor a poner en cuestión determinados convencionalismos plásticos que dirigen la mirada de un espectador que se quiere acrítico. Javi Joven no duda en actuar en un territorio que puede acarrearle el riesgo de ser incómodo, propio de quienes se deciden por una línea de trabajo insaciablemente transitada por innumerables artistas.

El cuerpo escondido de Pilar, su secreto mejor guardado, emerge flotando en el vacío del paisaje de la pintura, parcialmente desenfocado, haciéndose en hilatura reconfortante. El color de la piel flagelada, a la intemperie de tantos rechazos, el propio y el ajeno, aparece rotundo, extremoso en su radicalidad expresiva contra la neutralidad de la superficie blanca, único escenario para un cuerpo cuya identidad ha sido reconstruida. El rostro de Pilar no oculta la mirada al espectador implicado ya en una experiencia real; la de la enfermedad y sus metáforas de la mano de Javi Joven, cuya imagen desnuda proyectada en la pared acompaña a los retratos de Pilar. La reflexión plástica continúa en la investigación teórica que ha valido a su autor la mención especial del jurado en el Premio de Ensayo e Investigación de la Delegación.