Entre las máscaras de bufón y rey, Dalí se jactó de ser, sobre todo, escritor. Y es innegable que tuvo vocación y talento, aunque la prodigiosa pluralidad de sus intereses se interpuso en la realización de una obra consistente. Artículos de arte antecedieron a ´Tardes de estiu´, novela que quedó inconclusa. La amistad con Buñuel y Lorca impulsó su inclinación literaria, casi toda en francés, con ´La mujer invisible´ (1930) o ´El amor y la memoria´ (1931), aunque su obra maestra fue ´La vida secreta de Salvador Dalí´ (1941), una narcisista, deslenguada y humorística subversión del género de la autobiografía.