Javier Ruibal, quien a partir del flamenco ha elaborado un sugerente cosmos sonoro personal, actúa hoy en el festival Luna Lunera (Lonja Medieval de Sos del Rey Católico, 23.00 horas). Con él compartirá escenario el grupo aragonés Vinos Chueca. Por otra parte, otro festival, En el Camino de Santiago, ofrece el concierto de La Rizonanza (Iglesia de Santa María, de Santa Cruz de la Serós, 22.30 horas). Además, la pianista Laia Masramon toca en Graus (Basílica de la Peña, 20.30 horas), dentro del ciclo Clásicos en la Frontera.

Es ya un tópico decir que Javier Ruibal es un artista infravalorado por gran parte del público español. Pero el tópico, de tan real, es inevitable al hablar del cantautor gaditano. ¿Cantautor? Sirva la taxonomía, sobre la que el propio Ruibal no escatima comentarios jocosos. Es, en cualquier caso, un cantautor atípico.

LA VOZ FRONTERIZA

Ha desarrollado Javier Ruibal una carrera coherente durante más de 20 años, avanzando a contracorriente en muchas ocasiones. Partiendo del flamenco, su universo musical se tiñe de colores mediterráneos, de jazz e incluso de rock. Y sobre ese armazón coloca su poesía urbana y contemporánea, con la que retrata espléndidamente lugares, personajes, sentimientos y situaciones.

Ruibal, profeta allende de las fronteras españolas, ha publicado los discos Duna, Cuerpo celeste, La piel de Sara, Pensión Triana, Contrabando, Las damas primero , y el recopilatorio Sáhara , y ha alimentado con sus canciones los repertorios de artistas como Ana Belén, David Broza, Mónica Molina, Guadiana y Luis Felipe Barrio, entre otros.

La voz y la guitarra de Javier Ruibal (imitadas por muchos con poca fortuna aunque con mayor éxito) son un lujo en el panorama musical español. Disfrutarlas es un placer que cualquiera con algo de sensibilidad no debería perderse.

La Risonanza da hoy su tercer concierto (ha actuado los últimos días en Jaca y Villanúa) en la XIII edición del festival En el Camino de Santiago. En él abordará la tercera parte de Las sonatas del Rosario , de Biber. Este ensemble de música de cámara, especializado en música de los siglos XVII y XVIII, fue fundado en 1995 por el organista y clavecinista italiano Fabio Bonizzoni.

Y la barcelonesa Laia Masramon es una intérprete de 23 años, de carrera breve pero intensa.