El Salón Internacional de Otoño de Zaragoza celebra noventa años. Por este motivo, la Real Sociedad Fotográfica de Zaragoza organiza unas jornadas de fotografía que transcurren desde hoy hasta el 19 de enero. El plato fuerte es la exposición del fotógrafo berlinés Hermann Waldenburg (1940), que se inaugura hoy, a las 19 horas, en el Centro Joaquín Roncal, promovida por la fundación CAI.

La muestra, titulada Arte en el Muro. Graffitis y objetos de arte en Berlín 1989-1994 versa sobre el arte urbano del muro de Berlín que se rescata en la conmemoración del vigésimo quinto aniversario de su caída. Las 32 fotografías documentales que se recogen están realizadas entre 1989 y 1994, y muestran tanto pinturas en el muro como esculturas realizadas con objetos de la calle.

Las fotografías captan "no solo la faceta artística, sino la política y la mentalidad del momento", expresó Julio Sánchez, presidente de la Real Sociedad Fotográfica de Zaragoza. Así, en ellas abundan los grafittis que llevan como temática principal la separación de las dos Alemanias, la búsqueda de la paz y el vaticinio de la caída del muro.

NATURALEZA VIVA DEL MURO

Algunas pinturas son anónimas. Se pueden ver desde instantáneas sobre la opulencia del Oeste, hasta la representación de las diferentes culturas en convivencia, pasando por la reinterpretación de El Guernica convertido en El Buerlinica. En las instantáneas se revela la naturaleza viva del muro. "Algunos grafittis están sobrepintadas y a otras les faltan fragmentos que la gente extraía para venderlas a buen precio a los turistas".

El fotógrafo berlinés comenzó su carrera profesional como pintor, que practicó durante 25 años. Hasta que se compró una Minolta analógica "solo para fotografíar el muro". Lo hizo hasta 1994 "cuando las imágenes se volvieron menos interesantes", según declaró el propio autor. Para Hermann Waldenburg el muro constituye una parte muy importante de su vida, ya que vivió la construcción y posterior caída del mismo. "Me fascina la fantasía artística y los distintos estilos artísticos. Es un auténtico fenómeno cultural".

La vinculación de este artista con España comenzó cuando le otorgaron una beca para estudiar en Madrid. Allí conoció al pintor costarricense Carlos Barboza con el que entabló amistad. Desde entonces, visita regularmente España para exponer.

Esta semana fotográfica se completará con la inauguración, mañana a las 19.30 horas en la Sala Gil Marraco, de otra exposición del mismo autor con su obra más personal; con la charla de Fernando Baena sobre el retrato; y el fallo del Premio de Retrato Carmelo Tartón. Y así se clausurará la 90ª edición del Salón Internacional de Otoño.