DIRECTOR : Niki Caro

INTERPRETES : Keisha Castle-Hughes, Rawiri Paratene

PAIS : Nueva Zelanda/Alemania

CINES : Goya.

El grueso del cine neozelandés pertenece al género fantástico en sus muchas ramificaciones. Es ya una tradición de la que han surgido innumerables talentos, igual que de la otra cinematografía de las antípodas, la australiana. Y en esa fidelidad al fantástico abundan las películas que utilizan el género para un discurso mucho más enraizado con la historia y sociedad neozelandesa, con sus raíces culturales y la pérdida de las mismas.

Whale rider es un ejemplo perfecto. Se trata de una cinta antropológica, ecologista, feminista y fantástica, todo en uno y empaquetado como una recuperación del rito como forma de supervivencia de la cultura maorí.El relato enfrenta a un anciano, Koro, con su nieta de 12 años, Pai. La estima que deberían profesarse, y que aparece esquinada y tímida, está enturbiada por la muerte durante el parto del hermano gemelo de Pai. El niño estaba destinado a ser el nuevo líder de la comunidad, porque así lo había decidido Koro. Su hijo partió tras la tragedia --la madre también murió después de dar a luz-- y Pai se quedó al cuidado de sus abuelos.Hasta aquí,

Whale rider