A Will Smith no le preocupa fomentar la vis cómica que tantos éxitos le ha dado en las dos partes de su producción cinematográfica Dos policías rebeldes y Hombres de negro y en El príncipe de Bel Air , porque sabe que es capaz de mostrar en escena otros registros dramáticos, como hizo en Ali , película por la que fue candidato al Oscar en el 2002. Ante el estreno este viernes de Yo, robot en las pantallas de los cines españoles, el actor negro más popular del momento considera que el filme es la mezcla perfecta de entretenimiento y profundidad. Smith, que ha leído a Asimov para preparar el rodaje del filme, asegura que los relatos del maestro de la ciencia ficción, "tiene ahora más importancia que nunca".

A sus 35 años, el protagonista de Independence day se ve en plena forma para rodar películas que requieren alardes de demostración física. Y piensa seguir con los filmes de acción mientras "el cuerpo lo permita". Pero su reto es romper la norma no escrita de Hollywood que asegura que los actores negros se venden mal en el extranjero. "Eso es un error. Es posible que haya unas normas pero también creo que el trabajo del artista es cuestionar ciertas reglas", añadió el actor ayer en Madrid.

Aunque en principio rechazó el proyecto --luego se apuntó a la producción--, a Will Smith le atrajo la idea "asombrosa" de que el ser humano pueda controlar a un robot que crece continuamente.

Para rodar Yo, robot , el actor leyó los nueve cuentos de Isaac Asimov de los que los guionistas Jeff Vintar, Hillary Seitz y Akiva Goldsman han sacado la idea de un futuro, el 2035, en el que la robótica forma parte de la vida cotidiana y los seres mecánicos y perfectos asumen tareas de los humanos.

LA LOGICA HUMANA

En el filme Smith encarna al policía Spooner, al que no le gustan los robots pero debe investigar el asesinato de un eminente científico a manos supuestamente de uno de ellos. El actor hizo ayer gala de su interés por las nuevas tecnologías --iba a estudiar informática cuando editó su primer disco de rap y triunfó-- pero no cree que en el futuro los robots tomen el poder. "El problema no son los robots --aseguró--, sino el ser humano, la fragilidad del concepto humano de la lógica".

La película que ha dirigido el australiano Alex Proyas (realizador de El cuervo y Dark City ), muestra las últimas novedades en efectos especiales. El realizador se da por satisfecho con "contentar al 10% de la población que no es tan puntilloso" como los apasionados del género de la ciencia ficción.

El actor Alan Tudyk ha puesto la voz y los movimientos a Sonny, el robot protagonista, y todos están muy satisfechos. "Ha sido más fácil porque podía mirar a los ojos a una persona", dijo Smith. "Eso ayuda a crear el ambiente de una secuencia porque no hay auténtica emoción si lo que tienes enfrente es una pelota de tenis",, aclaró el actor al tiempo que simulaba seducir a su interlocutor con la mirada.

Smith no dejó pasar la ocasión de demostrar lo bien que aprovecha las clases de español que recibe de un profesor que le acompaña en su viaje a España. Se ha puesto a ello, explicó, porque "en el mundo la gente habla dos o tres idicomas y en Estados Unidos, apenas uno", se rió. Además, agregó: "Quiero hacer una película en español pero necesito practicar más".