Peruano de nacimiento, con raíces japonesas y actualmente residente en Sevilla, Fernando Iwasaki ganó recientemente el IX Premio Málaga de Ensayo con Las palabras primas, un ensayo etimológico en el que rastrea los diferentes significados que palabras castellanas adquirieron con el devenir de los tiempos. Esta semana charló sobre él en el IES Luis Buñuel de Zaragoza.

-Empecemos por el principio. ¿Qué son las palabras primas?

-Hay palabras que a lo largo del tiempo y el espacio han tenido distintos significados, se han ido modificando y han adquirido valores nuevos. Me pareció un fenómeno semejante al de los números. ¿Si había números primos por qué no podía haber palabras primas? Hay muchos ejemplos de esto, como la palabra liberal, que hoy en día asociamos a una actividad económica o política con una connotación muy diferente a la que se tenía de ella en el siglo XIX, y que en el Siglo de Oro significaba ser desprendido y altruista.

-Un proceso que no solo incumbe al tiempo y al espacio sino al soporte en el cual se transmite de generación a generación. ¿Cómo ha variado la lengua con la revolución digital?

-En realidad la lengua no ha cambiado tanto como parece. Aparecen nuevos términos y evidentemente hay que ponerles nombre. Web, whatsapp, internet, etc. Pero en cambio lo que si se ha transformado gracias a las innovaciones informáticas y digitales es nuestra gestión del tiempo y del trabajo. Nuestro proceso de escritura no ha variado tanto, primero de puño y letra, luego de puño y tecla y finalmente de puño y tacto, pero sí que ha cambiado la forma en la que ahora nos llevamos el trabajo a casa.

-¿La digitalización nos ha convertido en esclavos de los soportes?

-Todos a través de la mensajería instantánea o del correo electrónico estamos llevándonos el trabajo a casa. Ya no existe lo que antiguamente se denominaba tiempo libre, sino que ahora solo hay un descanso puro y duro. Llegamos tan exhaustos al fin de semana, al verano o a la jubilación que lo único que queremos hacer es desconectar, un término t completamente tecnológico. Esto ilustra de manera muy clara el nuevo fenómeno de gestión del centro. Ya no descansamos, solo desconectamos.

-Volviendo al tema de su ensayo, llama la atención el recorrido etimológico que desarrolla sobre la palabra ‘polla’.

-En América Latina a la apuesta futbolística del domingo le llamamos polla, no quiniela, y cuando alguien gana se saca la polla. Del mismo modo las carreras de caballos también se llaman pollas y los botes de dinero se llaman pollones. Todo esto surge de un juego español de naipes que aparece citado en la sobras de Lope de Vega, en los poemas de Calderón y en las Novelas Ejemplares de Cervantes. Ese juego era conocido como El juego del hombre y quien ganaba el bote se hacía un hombre. A ese bote se le llamaba la polla, e incluso era habitual acompañar las jugadas de los participantes empleando términos como meterla, sacarla o correrse. Una tradición, la de anunciar lo que uno va a hacer en voz alta, que de hecho permanece en muchos juegos de naipes actuales. Y aún diré más, una carta en latín era una pajela, y si junta todos estos términos puede hacerse una idea de donde surgen muchas expresiones actuales.

-En una ocasión mencionó que los estudiantes extranjeros de la lengua castellana muestran más respeto con ella que los propios hablantes.

-Yo pienso que tanto las academias de los países hispanohablantes como los propios hablantes no cuidamos nuestra lengua tanto como lo hacen los que aprenden a hablar español desde otro idioma. Un británico, un alemán o un japonés aprenden nuestro idioma profesando un gran amor hacia él. Jamás escribirían guapa con w porque estas personas han invertido muchos años y mucho dinero en aprender la lengua, y no van a dilapidar su inversión de esa manera. Del mismo modo que el inglés se ha vuelto propiedad de todos, con el español debemos entender que estos estudiantes tienen mucho que aportar. Al final se trata de hacer fichajes de calidad, si somos capaces de captar a artistas y a escritores que utilicen nuestra lengua para sus composiciones como ya hace en inglés ganaremos mucho.