"No creo que se pueda vivir del teatro", se repetía el navarro Esteban Oliver antes de comenzar su carrera como actor profesional, cuando todavía se encontraba estudiando en la Escuela Municipal de Teatro de Zaragoza.

Pero ayer tuvo que desmentir esa constante que tanto les atormenta a actores y artistas en la apertura del nuevo curso del centro, ya que ha conseguido ser el primer español en pisar Broadway tras Antonio Banderas, saltando desde la Gran Vía madrileña, donde interpretaba a Zazú desde 2011, a la capital de los musicales.

En la actualidad, Oliver interpreta al personaje de Zazú en El Rey León, que se lleva representando desde 1997 y del que dicen que se ha convertido en el más taquillero de la historia con una recaudación de 4.813 millones de euros. De hecho supera a producciones cinematográficas como Titanic o La Guerra de las Galaxias.

Para Oliver, el papel de Zazú (el mayordomo real) ha sido un reto porque "era la primera vez que actuaba manejando a la vez una marioneta".

Así, de Broadway a Zaragoza se trasladó Esteban Oliver para contar su experiencia en el mundo del musical a unos 60 alumnos de diferentes cursos académicos que lo escuchaban atentamente soñando despiertos en invertir el viaje para comenzar sus carreras en Nueva York. Pero no es fácil. Oliver tuvo que pasar ocho cribas para poder entrar a trabajar en el musical, al que se presentaron más de 5.000 personas. Y antes de ello ya participó en musicales como Hello Dolly, su debut, El fantasma de la ópera, Mamma mia! y La Bella y la Bestia, entre muchos otros.

TRANSMITIR

¿Su truco? "A un cantante no le piden que cante bien, le piden que transmita". Y esta máxima la aplica tanto al canto como a la danza. Además, reiteró al alumnado que aprovechara las ventajas que ofrece el teatro, que "te hace crecer como persona".

Su consejo para los alumnos --aseguraron que tenían tantas preguntas que "no sabemos por donde empezar"-- fue que "hay que ir siempre con el sí" a todas las pruebas, creerse lo que uno vale y sobre todo ver en el trabajo "las pequeñas cosas", pues "los papeles pequeñitos son los más importantes". Al igual que sucede en los musicales, donde "los detalles, son lo que diferencia un musical de un buen musical".

Oliver estuvo interpretando papeles secundarios en Japón y ahora en Nueva York. Dos lugares donde "los actores están muy bien valorados" respecto a España, donde "queda mucho por hacer". Sin embargo, de su paso académico por Zaragoza recuerda con emoción las clases de danza de Carlos Blanco, porque como explicó, siempre fue un bailarín frustrado, y las de Miguel Garrido.

Ramón Benito, el director del centro de la capital aragonesa, que lleva en activo desde principios de los años 70, declaró que era "un orgullo que la escuela haya permanecido durante 34 años" y añadió que a día de hoy se haya convertido en "un referente profesional teatral dentro y fuera de la comunidad". Por ello, instó a los nuevos alumnos de la escuela a crear y seguir soñando con un futuro en la profesión y añadió que "es posible". Esteban Oliver, presente ayer en la presentación del nuevo curso 2014-2015 y exalumno de la escuela, es prueba de ello.