Zaragoza se convierte este fin de semana en la capital de la cerámica contemporánea, ya que el Centro de Artesanía acoge hasta mañana la Feria Cerco, que celebra su 14ª edición y que acoge a un total de 16 expositores, que muestran el trabajo de medio centenar de artistas.

El presupuesto de Cerco --cita bianual que se divide en un año Feria y el otro premio, con exposiciones en otros escenarios-- es de 18.000 euros. La inauguración, que tuvo lugar ayer, contó con la presencia de Arturo Aliaga, consejero de Industria del Gobierno de Aragón; Alberto Andrés, comisario de la muestra; y Alberto Carasol, secretario de la Asociación de Artesanos.

Aliaga señaló que la cerámica ha evolucionado mucho puesto que "al principio se pensaba en su utilidad y aura son piezas de arte, manufacturas del alma, muestra de la creación de los artesanos". Además se felicitó porque el sector "resiste pese a las dificultades" y porque el Centro de Artesanía se ha convertido "en el faro que ilumina la grandeza que fue y es" este arte.

El requisito para participar en esta feria es el trabajo con cerámica contemporánea y, sobre todo, la calidad. Y es que, como explicó el comisario, el nivel en Aragón es "muy alto pese a que el número de artesanos es bajo" --entre 20 y 30--. El objetivo, según Andrés es vender, pero también "que los artistas se den a conocer y sirva como plataforma para futuras ventas, intercambios o exposiciones".

Los expositores participantes son Alberto Dustos, Anpec, la Asociación de Ceramistas de Cataluña, Mesaquemaoelhorno, David Rossell, escuela de Cerámica de la Moncloa, Fernando Román, Rayaduradesandia, Lechien, Lourdes Riera, M.a.ma colectivo efímero, Orgánico, Terracotas Mercedes Millán, Raquel Eidem, Sara Biassu e Infocerámica.com.

La aragonesa Lourdes Riera participa en Cerco porque es "una feria muy importante y aquí, así que no puedo faltar". Muestra "obra nueva". En lo que trabaja ahora son en "fósiles rotos, erosionados", en texturas... La ceramista, que acaba de ganar el premio Vallauris --uno de los más prestigiosos del género-- reconoce que Cerco es un "gran escaparate" ya que viene gente "entendida y supone un gran escaparate". El visitante puede comprar una pieza de Riera por 200 y hasta 1.200 euros.

Mercedes Millán también considera que es un "buen escaparate que tiene una gran repercusión porque los catálogos los ven mucho". Este año presenta un trabajo que tiene que ver con la Odisea y su viaje, los personajes que se encuentran, etc. Sus obras cuestan entre 75 y 500 euros.

De Navarra llega la argentina María Ceciclia Albizu, que presenta unas construcciones orgánicas (unos 1.000 euros), en los que trabaja la fusión de la observación de la naturaleza y el hombre.

La Escuela de la Moncloa trae el trabajo de nueve artistas del segundo curso de Peritaje en Cerámica Artística. Una de las alumnas, Luisa Monserrat, explica que presentan piezas no industriales. Asegura que la cerámica "está poco valorada como arte"; pero la Cerco quiere demostrar que no.