Zaragoza siente amor por la danza y así lo demostró ayer en la celebración del Día Internacional, pero también cada día, por el número de jóvenes y no tanto que acuden cada día a las diferentes escuelas; y por el número de asistentes a los espectáculos organizados.

Ayer, con motivo de la efeméride, dos academias mostraron su labor en la calle; Escuela de Mamá lo hizo en Gran Vía; y Estudio 22 y Academia Foss, en la plaza San Francisco.

Además, La Mov, dirigida por Víctor Jiménez, ofreció una actuación en el Museo Pablo Serrano ante unas 200 personas. El objetivo, atraer público. El director general de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón, Nacho Escuín, asistió a la celebración y señaló: «Creo que estos actos generan muchísima emoción y hemos podido ver a muchísima gente joven disfrutantado. Este es el camino para que haya más público, más renovado y que se generen nuevos hábitos culturales».

Por la tarde, el Teatro Principal acogió dos sesiones de microdanza con Victoria Valdearcos, Silvia Auré y Kenty Matsuyama, Maximiliano Sandford, Carlos Beluga y Clara Ferrao, Chey Jurado y Circle of turst, que actuaron en lugares poco habituales.

«NUEVAS IDEAS» / Por otro lado, la bailarina y coreógrafa Lucía Lacarra reivindicó ayer «nuevas ideas» para la danza durante la lectura del manifiesto del día internacional de esta disciplina artística, en un acto celebrado en los Teatros del Canal de Madrid. «Necesitamos resistirnos al pensamiento conservador y convencional que tiene raíces en muchos sistemas educativos y formativos de la danza y sustituir las viejas ideas por otras nuevas y mejores», dijo. Después, bailó con Josué Ullate, un paso a dos de Burka, coreografía de Eduardo Lao.