Utilizar «un espacio no normalizado en la cultura para rememorar las tardes y noches de verano de las zonas rurales en nuestra apuesta por la descentralización y llevar la cultura a espacios donde no existen equipamientos». Con esa filosofía, explicada por la vicealcaldesa de Zaragoza, Luisa Broto, A la fresca celebrará su decimocuarta edición que se prolongará desde mañana hasta el 27 de septiembre. Broto presentó ayer el ciclo en el Ayuntamiento de Zaragoza acompañada del responsable de programación del Servicio de Centros Cívicos, Antolín Teres.

Una actuación mañana a las 17.30 horas del Mago Félix con su espectáculo Tiempos de magia en el Parque Goya dará el pistoletazo de salida al ciclo que contendrá 52 actividades de 36 compañías diferentes. «Son diez espectáculos menos que el año pasado pero sube el nivel por la propia petición de los barrios de la ciudad que querían calidad», explicó ayer Teres, que destacó algunas de las actuaciones musicales como la de Los gandules en Rosales del Canal el 20 de junio o la de Los 3 Norteamericanos en Juslibol cinco días antes, en Monzalbarba el 29 de junio y en La Cartuja el 5 de julio. También se celebrarán los conciertos de María Confussion (Peñaflor, 21 de junio), Juako Malavirgen (Peñaflor, 28 de junio) y O’Carolan (Peñaflor, 5 de julio), entre otros. «Todos quieren tener a Los gandules pero hay que diversificar. El año pasado tuvimos una media de 200 personas por cada una de las actividades -señaló Teres- que se celebran en dos niveles. Por un lado, las que se programan en los barrios rurales y, por otro, las que se realizan en distritos que todavía no tienen su centro cívico pero está en construcción como el Distrito Sur».

TEATRO Y CIRCO

En A la fresca también habrá hueco para el teatro con Caleidoscopio (Casetas, 7 de junio y Garrapinillos, 21 de junio), con Kinser (Garrapinillos, 7 de junio y Arcosur, 16 de junio), con Alfonso Palomares (Montañana, 5 de julio) y Circo La Raspa (Casetas, 6 de septiembre).

Con respecto al público que atraen las actividades más allá de la media de 200 espectadores, Antolín Teres explicó que se está en continuo crecimiento: «Hubo un bajón de gente hace cinco años pero desde entonces, cuando lo detectamos, inundamos las redes sociales anunciando los actos y hemos notado que la gente, por ejemplo del Casco Histórico, se desplazan hasta los lugares donde se celebran las actividades. Está habiendo mucha más movilidad cuanta más información lanzamos».

La asistencia a todas las actividades es de entrada libre («no podía ser de otra manera ya que se trata de poner en valor la cultura») y para su programación han colaborado con el Servicio de Centros Cívicos más de 30 colectivos y diferentes asociaciones: «Hay un entendimiento y una colaboración absoluta ya que vamos cerrando la programación conforme a las necesidades y los criterios que nos trasladan, de hecho algunas de ellas, por ejemplo, están incluidas en las fiestas de los barrios», concluyó Antolín Teres. A la fresca cuenta con un presupuesto de 60.000 euros que incluye las contrataciones y la promoción.