Alejandro Cortés se fue a Argentina buscando una oportunidad de realizar su sueño, y la encontró. Este zaragozano de treinta años ha terminado sus estudios en la Universidad del Cine de Buenos Aires. Refugios supone el inicio de una trayectoria prometedora. En este primer largometraje ha contado en su equipo con un gran número de aragoneses para un proyecto entre España y Argentina.

En Farasdués, un pequeño pueblo de las Cinco Villas, fue donde Cortés encontró refugio para empezar a rodar. Esta es la historia de la relación entre dos hermanos y un amigo de la familia. En cuanto a la grabación, "fue una experiencia muy bonita, había casi más equipo que habitantes". Las cámaras han captado paisajes como el embalse de San Bartolomé

Esta es su primera vez como director de una película de tal envergadura, y ha tenido la "suerte" de contar con un equipo internacional compuesto de "actores buenísimos", insiste Cortés. Sus tres protagonistas son aragoneses: Raúl Sanz, Salomé Jiménez y Nacho Rubio. Intérpretes de primera fila se han unido a su debut, como Álex Angulo, Luisa Gabasa y Javier Latorre. El equipo ya ha pasado el ecuador del proceso de rodaje. El resto continuará entre Buenos Aires, San Isidro y La Plata.

'CROWDFUNDING'

Tras Refugios se encuentra la Universidad del Cine de Buenos Aires como productora asociada y el Centro Cultural España-Buenos Aires. Sin embargo el equipo ha lanzado una campaña de crowdfunding en su página www.refugiolapelicula.wix.com/colaboradores para financiar el mantenimiento y el desplazamiento de los actores. Sin tan siquiera haber terminado el rodaje, ya fue apadrinado por la distribuidora francesa Axxon Films que le abrió las puertas del Marché du cinéma del Festival de Cannes. "Algo impresionante", afirma.

De pequeño ya empezó a despuntar con su creatividad. En los manuales que para tantos eran un rollo, él le daba vida a los muñecos que dibujada en las esquinas de las hojas pasándolas muy rápido. Años después, la oportunidad de oro le llega con una beca del Gobierno de Aragón y la Diputación Provincial de Zaragoza para ir a estudiar a la Universidad del Cine de Buenos Aires. Ahí inicia "una carrera de largo recorrido".

En sus tres años de estudios dirigió tres cortometrajes: Animales enjaulados, El Tesoro de Casa Nono y Axier, este último codirigido junto a Vanessa Alami. Confiesa que para crear siempre vuelve a sus personajes anteriores. En Refugios se volverán a cruzar las historias de sus tres cortos. "Uno se encariña con los personajes y encuentra nuevas historias para que sigan viviendo", admite.

En este mundo "difícil", se deja guiar por directores a los que admira porque "encuentran en las pequeñas cosas un mundo para explorar, donde surgen grandes conflictos y encuentros". Su bagaje está marcado por cineastas como la argentina Lucrecia Martel o el americano Terrence Malick.