En estos momentos difíciles, en un país cuyas calles están vacías, donde hasta el ruido del tráfico ha desaparecido, una luz permanece encendida. Es la cruz verde de las 730 farmacias que hay en Aragón, al servicio de la salud de los ciudadanos, en primera línea asistencial, sin cita previa, ni listas de espera y, muchas de ellas, las farmacias rurales, son el único referente sanitario en municipios donde las consultas han cerrado con motivo del estado de alarma.

Como señala María José Villafranca, presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Teruel, «desde que comenzó la crisis sanitaria las farmacias han garantizado la continuidad de la prestación farmacéutica, con la máxima seguridad y calidad». Se han puesto en marcha medidas como la entrega de medicamentos a domicilio a pacientes enfermos o dependientes.Se están entregando medicamentos hospitalarios en farmacias y se han hecho modificaciones en receta electrónica para que los pacientes crónicos recojan su medicación en las farmacias sin acudir al centro de salud. Medidas que evitan desplazamientos, reducen el riesgo de contagio, descongestionan centros de salud y hospitales y protegen a los más vulnerables. El presidente del Colegio de Huesca, Ángel Más, recuerda también la labor de asesoramiento de los farmacéuticos para mantener la calma y proporcionar a la población, información veraz, «hemos ayudado a despejar las fake news y los bulos que se han multiplicado al ritmo del virus».

Test en farmacias

Para los Colegios Profesionales de Farmacéuticos de Aragón la realización de test masivos en las farmacias permitiría una criba de la población en tiempo record, paso fundamental para el control de la pandemia. Los Colegios destacan que por su accesibilidad y cercanía a la población, tanto en el medio urbano como rural, y con profesionales sanitarios al frente, la red asistencial de farmacias está lista para la realización de estos test, «solo hace falta la decisión de las autoridades sanitarias», concluyen.

Desde los Colegios Profesionales quieren agradecer el esfuerzo de todos los farmacéuticos, sin excepción, farmacéuticos comunitarios, hospitalarios, analistas, de salud pública, de investigación e industria y de la distribución, así como la «labor imprescindible» del resto del personal de las farmacias. Un reconocimiento que se vuelve todavía más especial para los 17 profesionales de la farmacia fallecidos en España por culpa del virus, así como para los 500 infectados y las 60 farmacias cerradas.

«Los farmacéuticos estamos demostrando a la sociedad y a las autoridades sanitarias nuestra firme vocación de servicio público, —señala Raquel García, presidenta del Colegio de Zaragoza—, porque en estos duros momentos no sólo la cruz verde no se apaga, sino que se encuentra más encendida y cerca que nunca».