El cierre parcial o total de colegios en el 2020 afectó a más de 1.500 millones de niños, niñas y adolescentes, según la Unesco. De ellos, la mitad no disponía de ordenador en casa y el 43% de conexión a internet.
La tecnología se ha convertido en una herramienta imprescindible para garantizar el acceso a el derecho fundamental a la educación. Sin embargo, uno de cada diez estudiantes encuentra barreras para acceder a la misma en España. Esta brecha «ha puesto de manifiesto una enorme desigualdad en el acceso al conocimiento desde el inicio de la pandemia», afirma Matías Figueroa, coordinador del programa Aquí también de Ayuda en Acción.
No se trata solo de la falta de dispositivos o de conectividad, sino también de las capacidades de familias y docentes para afrontar la enseñanza online. Esto limita las «oportunidades de futuro de los niños y niñas, en especial de quienes viven en entornos más desfavorecidos», agrega Figueroa.
Por ello, Ayuda en Acción desarrolla, en el marco de su programa Aquí también, el proyecto Escuelas Digitales Resilientes, para que la transformación digital del sistema educativo no deje a nadie atrás.
En mayo, la oenegé donó tabletas para que pudieran seguir las clases más de 2.300 estudiantes de los 80 centros educativos públicos con un alto porcentaje de alumnado vulnerable que participan en Aquí también. Este curso, esos dispositivos se están usando durante las cuarentenas de los chicos.
Ayuda en Acción comienza ahora la tercera fase del proyecto, en la que acompañará a trece colegios de Extremadura, Baleares, Andalucía y Aragón en su proceso de transformación digital. Los dotará de ordenadores para los alumnos de 5º y 6º de Primaria. Ello servirá para asegurar el acceso a una educación 100% remota y digital a más de 700 estudiantes.
También apoyará a los equipos directivos y al profesorado para que desarrollen sus conocimientos y competencias digitales, y proporcionará formación a los responsables de tecnologías de los centros. En último lugar, la oenegé acompañará a los colegios participantes para que desarrollen su propio plan de digitalización y un modelo de sostenibilidad.
