ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados, jamás había registrado un número tan alto de refugiados y desplazados. A finales del 2019, 79,5 millones de personas se encontraban en esta situación en todo el mundo, según el informe anual Tendencias Globales, lo que representa un 1% de la humanidad, un porcentaje sin precedentes. De ellas, más de 30 millones son niños.

El informe también señala que disminuyeron las posibilidades de retorno para las personas refugiadas. En la década de 1990, un promedio de 1,5 millones de refugiados pudo regresar a sus hogares cada año. Durante la última década, ese número se ha reducido a alrededor de 385.000 personas, lo que significa que el aumento en el desplazamiento hoy supera ampliamente las soluciones.

«Estamos presenciando una nueva realidad, ya que el desplazamiento forzado hoy en día no solo está mucho más extendido, sino que simplemente ya no es un fenómeno a corto plazo y temporal», afirma el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi. «No se puede esperar que las personas vivan en un estado de incertidumbre durante años», añade.

De los 79,5 millones de personas desplazadas al final del año pasado, 45,7 millones habían huido a otras áreas de sus propios países, 4,2 millones esperaban el resultado de sus solicitudes de asilo, mientras que 29,6 millones eran refugiados y otras personas que se habían visto obligadas a desplazarse fuera de su país.

El aumento anual, de una cifra de 70,8 millones a fines del 2018, es el resultado de dos factores principales. Primero, en ACNUR preocupan los nuevos desplazamientos, particularmente en la República Democrática del Congo, el Sahel, Yemen y Siria que, en su noveno año de conflicto, cuenta por sí solo de 13,2 millones de refugiados, solicitantes de asilo y desplazados internos, un sexto del total mundial.

El segundo es una mejor representación de la situación de los venezolanos fuera de su país, muchos de los cuales no están legalmente registrados como refugiados o solicitantes de asilo, y para quienes se requieren mecanismos que tomen en cuenta las consideraciones de protección.