Un proyecto de intervención y educación para mejorar la calidad de vida de las familias gitanas de Zaragoza, o una red estatal de voluntariado contra la pobreza energética, son solo dos ejemplos de las inciativas puestas en marcha a lo largo del año 2016 por entidades sociales aragonesas, gracias al respaldo económico de la Obra Social la Caixa.

Más de 10.000 aragoneses en situación vulnerable tuvieron oportunidades de mejora el pasado año gracias a las ayudas concedidas por la citada obra social de la entidad financiera, a través de las siete convocatorias que anualmente abre su Programa de Ayudas a Proyectos de Iniciativas Sociales. Desde la semana pasada, ya está abierta la nueva convocatoria para el año 2017 -para más información, ver la columna de la página contigua-.

A través de esta convocatoria, la Obra Social la Caixa destinó 635.715 euros a financiar proyectos puestos en marcha por entidades sociales aragonesas de las tres provincias. Solo en Zaragoza se fianció un total de 22 iniciativas por valor de 465.225 euros, que beneficiaron a 8.000 personas.

En Teruel, fueron cinco los proyectos sociales propuestos por organizaciones no lucrativas de la provincia los que recieron ayudas por valor 82.690 euros, que beneficiaron a 1.700 personas. Y en Huesca, 250 ciudadanos fueron los beneficiarios de otras cinco actuaciones de oenegés de la provincia altoaragonesa, que recibieron un montante de 87.800 euros.

A nivel estatal, con una inversión de más de 20 millones de euros, la Obra Social la Caixa impulsó en el año 2016 un total de 863 proyectos a través de los cuales se ha podido atender a 325.500 personas en situación vulnerable. Con esta inversión, la Caixa renovó su compromiso social y retornó a la sociedad una parte importante de los beneficios que genera su actividad financiera.

El presidente de la Fundación Bancaria la Caixa, Isidro Fainé, expresó el compromiso de la entidad con «las nuevas acciones de transformación social que mejoran la calidad de vida de las personas en situación vulnerable, principalmente facilitándoles un proceso de empoderamiento para que puedan tener inclusión social digna y plena».

Las más de 300.000 personas beneficiarias de los 863 proyectos puestos en marchas por organizaciones sociales españolas procedían de las diferentes situaciones de vulnerabilidad social que se dan en el país. Pero, aunque las causas de dicha vulnerabilidad tienen orígenes de lo más variado, los beneficiarios pueden clasificarse, mayoritariamente, en cinco grupos diferenciados.

Unas eran personas con discapacidad, en situación de dependencia o que padecían una enfermedad. Otros de estos ciudadanos se encontraban en situación o riesgo de exclusión social. El siguiente grupo estaba formado por los familiares de las personas beneficiarias de los proyectos. Un cuarto sector fue el de los inmigrantes y personas pertenecientes a culturas diversas. Y el quinto grupo de beneficiarios fue el integrado por los jóvenes y menores de edad en el contexto escolar.

Las siete convocatorias del Programa de Ayudas a Proyectos de Iniciativas Sociales de la Obra Social la Caixa abarcaron el año pasado los ámbitos del envejecimiento y la discapacidad, la pobreza infantil y la exclusión social, el empleo, la vida rural, la interculturalidad, la vivienda y el arte para la mejora social.

La Fundación Secretariado Gitano de Zaragoza fue una de las organizaciones no gubernamentales aragonesas que el año pasado accedieron a estas ayudas. La Caixa le concedió 24.000 euros para la puesta en marcha de un proyecto de intervención familiar para la educación e inclusión social de la comunidad gitana en la capital aragonesa.

Dicha actuación pretende mejorar la calidad de vida de esta colectividad, facilitando su desarrollo integral y su proceso de inclusión social y educativo. Según explica Raúl Guiu, coordinador de proyectos del Secretariado Gitano en Zaragoza, el proyecto de intervención familiar «se está desarrollando a través de cuatro líneas de trabajo». La primera es una escuela para madres en la que, «a lo largo de todo el curso, se trabajan por módulos temas como la crianza, la nutrición, salud, empleo…», expone.

La segunda línea es la gestión de un piso de intervención social cedido por la DGA, «donde actualmente está viviendo una familia». La tercera línea es «la atención social directa que presta una trabajadora social. Y la cuarta son ayudas económicas para alimentación que se dan a las madres que acuden a la escuela», detalla Guiu. Esta última parte se hace mediante tarjetas de compra que pueden utilizarse en algunos supermercados.

El proyecto es una forma de apoyo a las familias participantes en los procesos descritos como forma de desahogo para lograr trabajar en objetivos más a largo plazo y no de situaciones de urgente necesidad.

Otra de las entidades aragonesas que accedió el año pasado a estas ayudas económicas de la Obra Social la Caixa fue Ecodés. Con un importe concedido de 35.060 euros, la fundación está impulsando en Zaragoza una red estatal de voluntariado contra la pobreza energética que ya está implantada en otras ciudades españolas como Madrid, Barcelona o Antequera.

Antes de la Navidad se lanzó la convocatoria para la captación de voluntairios, y la formación se les impartirá a finales de enero. Todavía hay tiempo para apuntarse y formar parte de la Red Fuel Poverty Group para poder ayudar a familias de Zaragoza en riesgo de pobreza energética a entender sus facturas de electricidad, gas y agua, aplicar hábitos de consumo responsable de la energía y apoyarles en la gestión de sus contratos de suministro. Solo hay que mandar un correo a niunhogarsinenergia@ecodes.org.