A finales mayo, la Unión Europea y el Gobierno de España, con el apoyo de Canadá, Noruega, la Organización Mundial de las Migraciones (OIM) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), convocaron una conferencia internacional de donantes en solidaridad con los refugiados y migrantes venezolanos en América Latina y el Caribe. El objetivo era movilizar apoyos para una de las mayores crisis de desplazamiento externo del mundo, agravada ahora por la pandemia de covid-19. En total, los donantes anunciaron compromisos por 2.790 millones de dólares (algo más de 2.500 millones de euros), que incluyen 653 millones de dólares (unos 590 millones de euros) en donaciones.