La obra social la Caixa acaba de renovar el acuerdo de colaboración para desarrollar el programa Incorpora con 10 entidades sociales de Aragón dedicadas a la integración laboral de personas con especiales dificultades para encontrar trabajo. Incorpora tiene como principal objetivo tender puentes entre las empresas y las entidades sociales que se dedican a la integración laboral con el fin de crear un clima de entendimiento y colaboración entre ambas, que redunde en oportunidades para quienes más lo necesitan.

Para lograr los objetivos del programa, Incorpora ofrece a las empresas un servicio gratuito de asesoramiento y acompañamiento en acciones de responsabilidad social corporativa, en este caso centradas en la integración laboral de personas en situación de vulnerabilidad, como personas con discapacidad, jóvenes en riesgo de exclusión, víctimas de violencia de género, parados de larga duración y exreclusos, entre otros.

Durante el año 2017, el grupo Incorpora Aragón facilitó un total de 840 puestos de trabajo a personas en riesgo o situación de exclusión, gracias a la colaboración de 346 empresas aragonesas. Desde que el programa se puso en marcha en Aragón, en el año 2006, se han logrado 4.582 inserciones en 1.633 empresas aragonesas.

Incorpora inició su andadura en Aragón con tres organizaciones: Rey Ardid, que sigue siendo la entidad coordinadora del programa en la comunidad autónoma, Atades y la Fundación Adunare. Después se fueron incorporando el resto de entidades hasta sumar las 10 que actualmente participan en Aragón.

Esta estructura en red «nos ha obligado a trabajar coordinadamente, en programas y estrategias conjuntas y colaborativas, que han facilitado la acción a todas las entidades, sobre todo promoviendo la inserción laboral de colectivos en dificultad», señala Francisco Galán, responsable de relaciones institucionales de la Fundación Rey Ardid y coordinador de Incorpora en Aragón.

La inserción de cada persona en el mercado laboral constituye un proceso personalizado que incluye actuaciones simultáneas y posteriores a la contratación. Y una figura clave en ese proceso es la del técnico de inserción laboral. De él depende el éxito tanto de la persona contratada como de la empresa contratante. En el caso de Aragón, se ha creado una red con 27 de estos profesionales.

Entre las tareas que realizan los técnicos se incluyen la prospección de empresas, el seguimiento del proceso de formación del beneficiario, el acompañamiento laboral de las personas insertadas, la solución de los posibles conflictos que puedan surgir en la relación laboral y el fomento de la colaboración de nuevas empresas con el programa.

Tal y como explica Francisco Galán, «los técnicos son formados en inserción laboral de colectivos vulnerables a través de una página web, donde también se informa a las empresas de las ventajas de contactar con las entidades que forman parte del programa, lo cual les puede ayudar a cumplir con las cuotas de contratación de personas con discapacidad fijadas por ley, o a cumplir con sus propios programas de responsabilidad social».

De hecho, para Javier Aribau, gerente de la Fundación El Tranvía, una «cuestión clave» para el buen funcionamiento de Incorpora «es que siempre se ha tenido en cuenta la responsabilidad social corporativa, algo no siempre había estado contemplado» en a otros programas de inserción laboral con los que él ha trabajado.

Para Aribau, la otra clave del éxito de Incorpora es su estabilidad. «De todos los acuerdos que hemos firmado para trabajar en el ámbito de la inserción laboral, este es el más estable que hemos tenido, incluso más que los que se firmaron con el Gobierno de Aragón». En el 2018, el programa cumplirá 12 años insertando trabajadores en Aragón.