Los voluntarios de la Caixa son personas que consideran necesaria la labor solidaria y la ayuda a aquellos colectivos que se encuentran en una situación desfavorable. Una labor que forma parte del ADN de la entidad, como es la acción social y el compromiso con la sociedad.

En Aragón son más de 400 voluntarios. De ellos, 237 son activos, siendo la mitad de ellos empleados de la Caixa, jubilados y familiares y el resto clientes y conocidos. Durante el 2018 se desarrollaron más de 200 actividades, que llegaron a 5.874 beneficiarios, y se contabilizaron 4.062 horas de voluntariado.

Hay dos tipos de actividades: unas son recurrentes y otras de carácter lúdico-festivo más puntuales. Entre ellas destacan la organización o colaboración en las miniolimpiadas por la solidaridad, tardes de circo, talleres de educación financiera, cursos de mentoring, Marcha Aspace de Huesca, colonias de verano, clases de dibujo, Marcha deportiva Estigma Cero con la Salud Mental, recuento censal de personas sin techo asistencia con Cruz Roja, asistencia a partidos del Real Zaragoza o la Sonsolada, que se celebrará el próximo 8 de junio en el Centro de Atades de Alagón y en la que tendrá lugar un partido de fútbol por la integración, magia, comida y bailes.

Una treinta de entidades sociales colaboran con los voluntarios de la Caixa para el desarrollo de las diferentes actividades. La delegación de voluntarios nació en el 2005 y ofrece a los empleados y jubilados de la entidad, familiares y clientes a participar y responder a las inquietudes solidarias de modo organizado, fomentando el voluntariado como valor de solidaridad y cooperación.

Cinco grandes áreas

Con el objetivo de generar impacto social positivo, el ámbito de actuación pivota sobre cinco grandes áreas. Por un lado, la Pobreza infantil y exclusión social, para facilitar el desarrollo integral y el proceso de inclusión social de las personas en situación de vulnerabilidad, haciendo especial hincapié en la infancia. También la Salud y personas mayores, que se centra en los ámbitos de discapacidad y salud mental, humanización de la salud de las personas mayores y envejecimiento.

Otro de los campos de actuación es la Empleabilidad e inserción laboral de las personas con mayor riesgo de vulnerabilidad social. También la Educación financiera para ayudar a la población a tener conocimientos básicos sobre finanzas y autoadministración económica. Por último y en función de las necesidades sociales, la última área es de Acción local diversa, como son las actividades lúdicas, medioambientales, deportivas o culturales.