Los enfrentamientos entre las fuerzas del orden y grupos armados en la región de Maungdaw han obligado a Acción contra el Hambre a suspender la ayuda en el estado de Rakhine, en la zona oriental de Myanmar. La oenegé está presente en el país desde hace 23 años. Sin embargo, en un contexto de inseguridad extrema, en el que se acusa a las organizaciones humanitarias de colaborar con los grupos armados, se hace imposible su intervención. La organización pide respetar el Derecho Internacional Humanitario para retomar su actividad y llegar a las más de 10.000 personas que han quedado en situación de extrema vulnerabilidad. Para garantizar el acceso a la ayuda hay que proteger a quienes la dan.