El representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, criticó ayer en Budapest que Hungría no solo detiene a los inmigrantes y refugiados cerca de sus fronteras, sino que tiene una de las cuotas de aceptación de asilo más bajas de Europa. «Hay una clara intención de limitar el número de personas que reciben asilo en el país», aseguró Grandi, quien acudió a Hungría para visitar la frontera y entrevistarse con los ministros de Exteriores y de Interior. Grandi subrayó que los solicitantes de asilo que llegan a las fronteras de Hungría son «detenidos» y destacó que las llamadas «zonas de tránsito» deberían llamarse «centros de detención».