Los expertos pronostican una pandemia de hambre, en la que el número de personas en situación de crisis alimentaria podría llegar a duplicarse. La ONU calcula que 265 millones de personas están en riesgo de padecer hambre aguda. También la pobreza podría aumentar en 500 millones de personas como consecuencia de la emergencia sanitaria, que se está convirtiendo rápidamente en una crisis humanitaria mundial sin precedentes. Una vez más, quienes ya lo han perdido todo sufrirán las peores consecuencias de esta catástrofe inminente, pues el 80% de los refugiados del mundo, y prácticamente el 100% de los desplazados internos, viven en países con sistemas económicos y sanitarios débiles.