En el 2019, los 2.153 milmillonarios que había en el mundo poseían más riqueza que 4.600 millones de personas.

Los 22 hombres más ricos del mundo poseen más riqueza que todas las mujeres de África.

El 1% más rico de la población posee más del doble de riqueza que 6.900 millones de personas.

Si una persona hubiese ahorrado 10.000 dólares diarios desde el momento en que se construyeron las pirámides de Egipto, ahora poseería tan solo una quinta parte del promedio de la fortuna de los cinco milmillonarios más ricos del mundo.

Si cada persona se sentase sobre su dinero, apilado en billetes de cien dólares, la mayor parte de la humanidad lo haría en el suelo. Una persona de clase media de un país rico se sentaría a la altura de una silla. Y los dos hombres más ricos del mundo estarían sentados en el espacio.

El valor económico del trabajo de cuidados no remunerado que llevan a cabo en todo el mundo las mujeres de 15 o más años asciende al menos a 10,8 billones de dólares anuales, una cifra que triplica el tamaño de la industria mundial de la tecnología.

Para Oxfam Intermón, esta situación tiene que cambiar. Propone invertir en sistemas nacionales de atención que permitan abordar la desproporcionada responsabilidad del trabajo de cuidados que recae sobre mujeres y niñas, introducir un modelo fiscal progresivo y legislar para proteger a las personas cuidadoras.

Según Oxfam, un incremento de tan solo el 0,5% adicional en el tipo del impuesto que grava la riqueza del 1% más rico de la población en los próximos diez años permitiría recaudar los fondos necesarios para invertir en la creación de 117 millones de puestos de trabajo en sectores como la educación, la salud y la asistencia a las personas mayores, entre otros, acabando así con los déficits de cuidados en estos ámbitos.