En estos días en los que los cielos de las ciudades están más limpios, el cambio climático sigue siendo la principal amenaza del planeta. Los últimos datos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) evidencian que la concentración de CO2 que se acumula en la atmósfera no ha dejado de crecer desde que empezaron los registros en el año 1958: la media entre enero y marzo de este año ha alcanzado las 414,03 partes por millón (ppm), frente a las 411,6 ppm del mismo periodo del 2019. Todo ello a pesar de que, en China, el mayor emisor de CO2 del mundo y el primero en sufrir las consecuencias de la crisis sanitaria, las emisiones en febrero se redujeron un 25%.