La nueva política migratoria de no contención impulsada por el nuevo

Gobierno mexicano de Andrés Manuel López Obrador ha agudizado la crisis humanitaria en el sur del país, según denuncia Pueblo Sin Fronteras. La oenegé, que apoya el fenómeno de las caravanas migrantes desde octubre y es una de las pocas organizaciones visibles en este movimiento, asegura que falta apoyo administrativo y humanitario. Cientos de familias, madres con hijos y adultos migrantes se ven obligados a soportar el tiempo de espera en condiciones de hacinamiento en parques, aceras y en las inmediaciones de las estaciones migratorias de Tapachula y Ciudad Hidalgo (Chiapas).