La Organización Internacional para las Migraciones estima que el 85% de los inmigrantes que han desembarcado en la primera mitad del año en Europa lo han hecho a través de Italia, una cifra muy superior a otros puntos tradicionales de llegada como España, Chipre o Grecia. Italia reclamará un «código de conducta» para las organizaciones humanitarias del Mediterráneo. La asociación que las representa expresó su «fuerte preocupación» por que estas medidas puedan «limitar fuertemente» las labores humanitarias, al establecer controles «incluso en sus fuentes de financiación».

Italia también solicitará que se cumpla el esquema de reubicación concordado a nivel europeo, e instará a reforzar la estrategia europea sobre las repatriaciones. Igualmente, pedirá controlar la frontera norte y costera de Libia, donde operan las mafias y desde donde zarpa el 97% de los inmigrantes que llegan al país, pero también la frontera sur libia. Todo para aliviar el peso que Italia carga casi por sí sola, el de la llegada de miles de personas que huyen de la guerra, la miseria y la inestabilidad en África.