A pesar de la reducción de las emisiones como consecuencia de las medidas de confinamiento, el mes de abril terminó con un nuevo récord de concentración de CO2 en la atmósfera, y mayo empezó con temperaturas por encima de los 35 grados en varios puntos de la península ibérica. Por ello, Greenpeace reincide en que una reducción puntual de las emisiones de CO2 no nos salva de la crisis climática, y reclama medidas urgentes y bien planificadas, que aseguren una reducción continuada de las emisiones para que se alcance el cero neto en el 2040, como tarde.