En escenarios de pobreza, emergencia o catástrofe natural, la vida de las personas se ve considerablemente afectada. La gente vive en constante desesperación e incertidumbre y sus derechos son vulnerados con mayor facilidad. Ante este panorama, la situación de los niños, niñas y adolescentes se ve especialmente aquejada debido a la falta de cuidados y a la desprotección familiar e institucional, siendo más propensos a ser víctimas de violencia sexual. Una realidad que, según la Organización Mundial de la Salud, afecta a 150 millones de niñas y 73 millones de niños en todo el mundo.

Las víctimas de la violencia sexual mantienen en silencio estas agresiones porque suelen ocurrir dentro del entorno familiar o más cercano del o la menor. No obstante, en áreas remotas se ha comprobado que las agresiones han sido realizadas por proveedores de desarrollo y paz (Red ECPAT), lo que mina aún más la integridad y la confianza de estas personas, pues aparece en ellas el temor a perder la ayuda que necesitan para subsistir.

Por ello, es importante que las oenegés de desarrollo, promotores de la cooperación, revisemos las actitudes, los valores, las motivaciones y los comportamientos que inspiran la tarea diaria de nuestros cooperantes o voluntarios, así como su entorno.

El rol del cooperante es fundamental para nuestras organizaciones, pues establece ese lazo de trabajo entre la organización y la comunidad local en la que intervenimos. Su carácter humano interactúa con una población que posee unas características propias, por lo tanto su forma de actuar compromete el trabajo cotidiano.

La Fundación Más Vida lleva trabajando desde el año 2012 por la erradicación de la explotación sexual infantil, no solo en Nicaragua y República Dominicana, países en los que coopera, sino también en Aragón, mediante la promoción de una ciudadanía global, responsable y comprometida con los derechos de la infancia víctima de cualquier tipo violencia y explotación sexual.

En esta causa sumamos el proyecto de educación para el desarrollo ‘Haz la diferencia. Actúa’, subvencionado por el Gobierno de Aragón. A través de este programa, desde la Fundación Más Vida colaboramos con la Cátedra de Cooperación para el Desarrollo de la Universidad de Zaragoza con el objetivo de sensibilizar y concienciar a futuros voluntarios y/o cooperantes previamente a su puesta en acción.

El fin de esta colaboración es mejorar la disponibilidad de los futuros cooperantes y voluntarios, de modo que estos reaccionen con prontitud y adecuadamente ante la violencia sexual y/o explotación de la población en la que van a intervenir. Junto a la cátedra,también tratamos de formular propuestas que contemplen desde la cooperación internacional la lucha contra esta lacra global, incidiendo en el cumplimiento de su código ético como vía para contribuir a la responsabilidad social, al respeto de los derechos de la infancia y a la cultura de paz.

En nuestra fundación estamos convencidas de que visibilizando el problema de la violencia sexual infantil, y aportando a la población herramientas para la prevención y la actuación, contribuimos a la construcción de ciudadanos sensibilizados y capacitados ante este fenómeno, sobre todo si se colabora como sociedad activa ante tales situaciones emergentes.