L os resultados obtenidos por Cáritas Aragón el año pasado subrayan el esfuerzo sostenido e incansable en beneficio de quienes necesitan ser apoyados y acompañados. Pero, en el 2020, la pandemia ha vuelto a colocar a nuestra sociedad en una situación crítica.

En el año 2019 hubo un ascenso de las ayudas del 10,85%. En el 2020, estas se han incrementado entre el 70% y el 100%, según las diócesis. Y en seis meses se ha agotado el presupuesto del año.

En lo que respecta a los recursos humanos, en el 2019 se contó con 2.629 voluntarios, 318 personas contratadas y 8.670 socios que colaboran en la misión de las seis Cáritas diocesanas aragonesas, a través de 187 Cáritas parroquiales.

Este verano ha habido un incremento de voluntariado joven. Y es que, si en el 2019 se podía hablar de cierto cansancio en el apoyo solidario, con el impacto del covid-19 ha habido un aumento de la solidaridad, tanto en donaciones como en el incremento de socios. Se está realizando una campaña a nivel nacional y en cada diócesis para incrementar el número de socios y voluntarios. Las necesidades de Cáritas son cada vez mayores en estos tiempos.

En cuanto a acogida y asistencia, en el 2019 se produjo un alarmante incremento del 5,11%. Este año nos preocupa el crecimiento del número de ayudas y de la cuantía económica que Cáritas destina a las mismas. Hay personas que nunca habían acudido a nosotros.

Las personas atendidas en el 2019 fueron 23.754. Cáritas española, en su estudio sobre el impacto del covid-19 en las familias que acompañamos, concluye que esta crisis no está siendo igual para todos, y son las familias más frágiles las que más empeoran sus condiciones de vida.

El área de empleo y economía social de Cáritas Aragón trabajó el año pasado junto a 3.626 personas, 2.420 mujeres frente a 1.206 hombres. El número de inserciones aumentó el 6,7%. Son las personas con precariedad e inestabilidad las que más dificultades tienen para encontrar trabajo. Por lo tanto, son ellas mismas también las que mayores necesidades de formación presentan. El año pasado logramos ofrecer un 6,34% más de acciones formativas.

Sobre las perspectivas de empleo, cabe destacar que la inestabilidad laboral grave afecta al 16,4% de las familias. Nos encontramos ante un mercado laboral y una concepción del trabajo que no es capaz de asegurar el derecho a un empleo decente a un elevado porcentaje de población ocupada que, como consecuencia, ve vulnerado su derecho a la vivienda y a otras necesidades básicas.

Cáritas, a través de sus programas y empresas de inserción, busca que las personas más necesitadas puedan acceder a ese tan ansiado puesto de trabajo, que además reúna unas condiciones que permitan calificarlo como decente.

El panorama futuro se presenta muy problemático, sin solución sanitaria todavía y con una crisis económica que plantea cada vez más necesidades sociales. Gobierno, comunidades autónomas y ayuntamientos deben agilizar sus políticas sociales para no dejar al margen a muchas familias excluidas. Y la sociedad en su conjunto debe aplicar una solidaridad generosa.