Como parte del tour europeo En marcha por el clima de Greenpeace, el Rainbow Warrior efectuará su primera parada en España en el puerto de Barcelona. En plena ola de calor, que debido al cambio climático es un fenómeno cada vez más intenso, la llegada del buque insignia servirá para trasladar a políticos, empresas y ciudadanía la necesidad de cambiar el sistema energético para frenar la crisis climática.

El legendario Rainbow Warrior es el tercer barco de Greenpeace que surca los mares bajo este nombre. El actual es un velero construido con la tecnología existente más sostenible. Dentro de una tripulación internacional, destaca la presencia de dos españoles a los mandos del velero: el catalán Pep Barbal, que lleva más de una década navegando como capitán con Greenpeace y la primera oficial María Martínez.

España es el siguiente país que visitará el buque como parte del tour europeo En marcha por el clima. El Rainbow Warrior abrirá sus puertas al público el 5 de julio en Barcelona, mientras que llegará a los puerto de Málaga y Vigo el 13 de julio y el 24 de julio, respectivamente. Greenpeace permitirá a los visitantes conocer la vida a bordo y cuáles son las soluciones frente al cambio climático. Evitar los peores impactos de esta crisis es posible con cambios urgentes, a gran escala y a todos los niveles.

Sin frenos

En el Acuerdo de París sobre el cambio climático, los gobiernos acordaron como objetivo un calentamiento límite de 1,5°C. Para entender las implicaciones que suponía esto, los gobiernos solicitaron al Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) que preparase un informe especial sobre el tema. Ahora, después de año y medio de intenso trabajo por parte de científicos líderes del mundo, el informe está listo y ha sido entregado a los gobiernos para que puedan tomar decisiones informadas.

Limitar el calentamiento a 1,5°C en lugar de a 2°C supondría una gran diferencia tanto para la vida en los océanos como en la tierra. Se evitaría que cientos de millones de personas sufran olas de calor extremas de forma frecuente y se reduciría a la mitad el porcentaje adicional de población que tendría que enfrentarse a la escasez de agua, asimismo serviría para lograr los objetivos sobre desarrollo sostenible y sobre la erradicación de la pobreza.

Desde Greenpeace señalan la importancia de que los gobiernos tomen decisiones urgentes para acelerar la transición ecológica y cambiar el modelo energético hacia uno eficiente, inteligente, basado en energías renovables y en manos de la ciudadanía. Entre ellas, medidas como una ley y un Plan de Energía y Clima que ponga fin al uso del carbón y a la venta de los coches de diésel y gasóil en la próxima década y que asegure que alcancemos un sistema eléctrico 100% renovable de cara al año 2030.

Una de las principales conclusiones del informe especial sobre el 1,5°C de calentamiento, dice que, con los objetivos climáticos actuales de los países, superaremos con creces los 3°C en 2030 y, para 2100, la Tierra tal y como la conocemos no existirá.

En este posible futuro serán frecuentes los eventos climáticos extremos. Mantener la subida en 1,5ºC es complicado, pero todavía estamos a tiempo.