La cooperación descentralizada para el desarrollo, aquella que realizan las administraciones subestatales, lleva más de treinta años transformado miles de vidas. Pero la emergencia del covid-19 ha vuelto a poner en cuestión un sistema socioeconómico incapaz de dar respuestas a las necesidades de las personas.
Las comunidades han acordado las siguientes propuestas, sobre las que tomarán sus decisiones a partir de ahora:
- Equilibremos lo urgente y lo importante.
- Apostemos ahora más que nunca por la localización de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible.
- Avancemos en la sostenibilidad.
- Defendamos los derechos humanos.
- Revaloricemos el bien común y la participación.
- Unamos esfuerzos para impulsar el enfoque de género, el empoderamiento de las mujeres y evitar retrocesos en el ejercicio de sus derechos.
- Reforcemos una educación para la transformación social.
- Impulsemos la coherencia de políticas para el desarrollo sostenible.
- Agilicemos compartir conocimientos en base a la experiencia acumulada.
- Pongamos la ciencia, la investigación y las tecnologías digitales al servicio del bien común.
- Generemos alianzas entre actores diversos.
- Profundicemos en la apuesta por las dinámicas y las iniciativas locales.
- Reafirmemos nuestro compromiso con la financiación del desarrollo global.
- Gestionemos los recursos con transparencia y rindamos cuentas.