Más de 1.000 participantes, 514 personas insertadas en un puesto laboral y más de 600 empresas colaboradoras. Estas son las positivas cifras con las que ha cerrado el Programa Operativo de Inclusión y Economía Social (Poises) de Cruz Roja Aragón, financiado por el Fondo Social Europeo. Los resultados se presentaron ayer en un acto de clausura en la sede de Lacor Textil, en Zaragoza, una de las empresas participantes.

Con el lema Oportunidades que cambian vidas, el programa Poises lleva cinco años realizándose en la comunidad aragonesa con el objetivo mejorar la empleabilidad y promover el acceso al empleo de las personas en riesgo de exclusión. En su corta trayectoria, ha conseguido que más de 20.000 personas puedan acceder a un puesto laboral.

Pilar Cintora, presidenta de Cruz Roja Aragón, quiso agradecer en el discurso de apertura del acto a las más de 600 empresas colaboradoras, ya que «gracias a su aportación solidaria, cientos de personas puedan conseguir un trabajo». Por su parte, la coordinadora del programa, Isabel Peña, se sorprendió ante «los increíbles resultados que se han conseguido en este tiempo». El presidente y consejero delegado de Grupo Lacor, Ángel Adiego quiso aprovechar la ocasión para devolver el agradecimiento a Cruz Roja: «Nosotros somos los que os damos las gracias a vosotros, es un gran orgullo formar parte de esto». Poises ha conseguido la inclusión laboral de casi la mitad de sus participantes: 514 de un total de 1098 personas. De ellos, el 79% son mujeres. «Los programas no son las que cambian vidas, lo que cambia vidas son las oportunidades», afirmó Fernándo Pérez, coordinador autonómico de Cruz Roja.

Mención especial tuvieron las 68 personas voluntarias de Cruz Roja Aragón, que operan en las tres oficinas territoriales de Zaragoza, Huesca y Teruel. «He trabajado día a día con mujeres inmigrantes que tienen una doble barrera para poder accedera un empleo: una autoestima baja y el idioma. Es un círculo del que es muy difícil salir», cuenta Elena Martínez, voluntaria en Teruel, una experiencia que para ella fue «más que gratificante».