Los redactores del manifiesto que se leerá el próximo miércoles defienden que las causas que motivaron la creación del Día Internacional Contra el Racismo "perduran en el tiempo".

Indican que en muchas partes de nuestro planeta se sigue discriminando por razones de etnia, cultura, religión o color de la piel y que España no es ajena a esta situación "que se ha agravado en el actual contexto de crisis económica". En el texto que se leerá en la concentración de Zaragoza explican que determinados sectores de esta sociedad "buscan chivos expiatorios y responsabilizan de ella a las personas diferentes, a las recién llegadas, a las siempre excluidas y marginadas". Aseguran que se pretende con ello crear una densa cortina de humo que haga olvidar a los verdaderos causantes de esta crisis: "Ante esta situación queremos manifestar que la diversidad es la mayor riqueza que posee la sociedad española y que su cohesión social es fundamental", dicen los convocantes.

El manifiesto también pide que los gobiernos y el resto de la sociedad se implique en una integración verdadera y dejen de utilizar a los migrantes como mera mano de obra y como datos económicos en función de las necesidades del país.

Denuncias

"Las personas de cultura, etnia, religión o color de piel diferentes de los mayoritarios, y principalmente gitanos e inmigrantes, continuan sufriendo discriminación en el acceso al trabajo y a la vivienda, y se les considera por una parte de la sociedad culpables y sospechosos mientras no se demuestre lo contrario", denuncian en el texto.

Así pues, con el objetivo de avanzar hacia mayores cotas de sensibilización social, los convocantes de las concentraciones del próximo miércoles aseguran que quieren alzar la voz "y repetir que nunca conseguiremos una sociedad plenamente democrática si no logramos una verdadera igualdad de oportunidades de todas las personas".