Cremas de calabacín o de zanahoria con puerro, salsa de tomate con cúrcuma y jengibre, mermeladas de melón con menta o de manzana con canela... Estas son solo algunas de las delicatessen ecológicas y de proximidad elaboradas por Atades que los zaragozanos ya pueden adquirir en el Rincón Agros de los mercados Central, de Valdespartera y de San Vicente de Paúl, en la muestra agroecológica de los sábados en la plaza del Pilar -actualmente en la plaza San Bruno, hasta que pase la Navidad-, en tiendas de productos bio y en supermercados.

Atades ha presentado esta semana sus primeros productos envasados en el obrador de conservas ecológicas que puso en marcha el pasado mes de junio. De este modo, la organización, que lleva tiempo cultivando alimentos desde el sector de la agricultura ecológica a través de su centro especial de empleo Gardeniers, cierra el círculo, completando todo el proceso de transformación de estos productos.

La apertura de la conservera «ha sido un avance muy importante. Antes enviábamos el producto a Navarra para que lo embotaran. Pero gracias a las ayudas del Ayuntamiento de Zaragoza (500.000 euros en dos años) hemos podido abrir la planta de Mercazaragoza y hacer nosotros las conservas de los productos de temporada», comenta Héctor Grima, trabajador de la planta. Así, controlan todo el producto del principio al final. «Todo es ecológico y de proximidad, de aquí de Zaragoza», recalca, y todos sus productos tienen «etiqueta gourmet», añade.

El alcalde de la ciudad, Pedro Santisteve, destacó este lunes en la presentación que, con esta conservera, Atades «ha venido a cubrir un hueco» que había en Aragón, el de la transformación de productos ecológicos de proximidad. Y es que el obrador no solo transforma productos propios, cultivados por el área de agricultura ecológica de Gardeniers, sino también de otros productores agrícolas de Aragón y zonas limítrofes, ya que hasta ahora no existía en la comunidad autónoma una instalación de estas características que permitiera realizar todo ese proceso.

Con este paso, Atades se adapta a un público más y más exigente con su alimentación. «La gente está demandando cada vez más conocer la trazabilidad completa del producto, desde el origen en el campo hasta la transformación final», opina José Antonio Sánchez, director de operaciones de la fábrica de conservas de Atades.

«El hecho de que seamos nosotros mismos los transformadores del producto nos garantiza poder desestacionalizar la producción. y que el valor añadido que estamos generando se quede aquí en casa, en Aragón», continúa Sánchez. «Aunque, sobre todo, nuestro primer objetivo es la creación de puestos de trabajo para darles nuevas oportunidades a las personas con diversidad funcional, que de otra forma lo tendrían muy complicado», asegura el responsable de la planta.

El obrador de Atades tiene previsto el envasado de 200.000 unidades en el 2019 y superar el millón en los próximos años. Gardeniers cuenta con 27 hectáreas de cultivo certificado por el Comité de Agricultura Ecológica de Aragón en sus terrenos de Alagón y Ascara (Jaca). La planta conservera trabaja únicamente productos frescos de temporada recogidos en su momento óptimo de maduración. Las recetas de las conservas cuentan con el asesoramiento de la Fundación Alicia y los análisis de seguridad alimentaria se llevan a cabo en colaboración con el Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria (CNTA).

Por otra parte, Gardeniers colabora con el CITA en la recuperación de semillas autóctonas como el melón de Torres o la boliche de Ascara. Además, también cultiva frutas, verduras y hortalizas frescas que comercializa en colectividades, restauración, supermercados, tiendas especializadas y circuitos de proximidad, distribuidores nacionales y exportación.