Africa es una región prioritaria para Cruz Roja Española ya que en ella se encuentran países con el Índice de Desarrollo Humano (IDH) más bajo del mundo. De hecho, 34 países africanos se sitúan entre los más pobres, 315 millones de personas viven en la pobreza y más de 300 millones de personas no tienen acceso a agua potable, por lo que están más expuestas a sufrir desastres como epidemias, crisis alimentarias, inundaciones, conflictos armados o crisis sociales.

Los principales sectores de actuación de Cruz Roja Española en África están también muy condicionados por los desafíos medioambientales actuales, como son la inseguridad alimentaria, la salud, la gestión del agua y saneamiento, la preparación para desastres y la creación de medios de vida para la población.

«Los desafíos medioambientales marcan buena parte de la actuación de Cruz Roja en África, ya que los efectos negativos del cambio climático afectan, especialmente, a las personas más vulnerables del continente, exponiéndolas a desastres naturales cada vez más dañinos y situaciones de inseguridad alimentaria, limitando sus medios de vida y reduciendo su acceso a servicios básicos como el agua o el saneamiento», apunta Sara Hernández, responsable de Cooperación Internacional para África de Cruz Roja Española.

Para fortalecer las capacidades de las comunidades más vulnerables en África y enfrentarse a estos retos, Cruz Roja desarrolla proyectos que mejoran las posibilidades de generación de ingresos y medios de vida de las personas. También facilita el acceso a servicios básicos de salud, agua y saneamiento y contribuye a mitigar los efectos de los desastres naturales y a recuperar las zonas afectadas por inundaciones, sequías u otros efectos naturales adversos. «El componente medioambiental es transversal en nuestras intervenciones ya que la forma en la que promovemos el uso de los recursos naturales permite crear oportunidades de crecimiento económico y social», añade Hernández.

En la actualidad, Cruz Roja Española desarrolla 112 proyectos de cooperación en 18 países de África, que permiten apoyar a más de 2,6 millones de personas.

La respuesta en Mozambique

En Mozambique, el ciclón Idai, y posteriormente el ciclón Kenneth, han dejado más de 1,8 millones de personas afectadas, más de 140.000 desplazadas y 700.000 hectáreas de cultivo dañadas, causando numerosos daños y devastando amplias zonas de la región de Sofala y de la ciudad portuaria de Beira.

«El paso de los ciclones ha destruido numerosas infraestructuras básicas y centros de salud en Mozambique y ha afectado de forma muy severa al sistema de saneamiento e higiene, contaminando numerosas fuentes de agua, lo que incrementa el riesgo de contraer enfermedades», señala María Alcázar, directora de Cooperación Internacional de Cruz Roja Española.

El organismo desplegó en Mozambique la Unidad de Respuesta en Emergencias de Agua y Saneamiento que ha distribuido más de 1,6 millones de litros de agua segura en los centros y campos de desplazados donde se encuentran las personas afectadas por la catástrofe natural.

Además de producir y distribuir agua potable, Cruz Roja realiza labores de promoción de higiene entre la población afectada, así como análisis de las fuentes de agua en centros de acogida, hospitales y escuelas locales para comprobar que son seguras y evitar así la propagación de enfermedades. También se han reparado 13 bombas manuales de agua que abastecen a comunidades locales.

Desde el inicio de la emergencia, más de 30 delegados de Cruz Roja han sido desplegados en Mozambique para trabajar en diferentes áreas como agua, saneamiento y promoción de higiene, salud comunitaria, distribución de artículos de primera necesidad, alojamiento temporal, atención psicosocial y coordinación de operaciones.

Cruz Roja Española ha distribuido más de 1.500 kits de alojamiento temporal y 3.000 toldos plásticos para las personas afectadas, así como bidones, mosquiteras y herramientas para la rehabilitación de las viviendas e infraestructuras básicas.

Dos meses después del desastre, la ciudad de Beira se está recuperando lentamente. Los centros educativos están abiertos y la población afectada que ocupó temporalmente estos centros de alojamiento se ha trasladado a campamentos de desplazados temporales a la espera de regresar a sus hogares con kits de alojamiento temporal o de ser reasentados.

Esta operación en Mozambique cuenta con el apoyo de la Unión Europea, que ha aportado un millón de euros, a través del Deparamento de Protección Civil y Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea, y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo que ha destinado 350.000 euros, así como varias administraciones públicas de la cooperación descentralizada y de aportaciones de la sociedad española para responder a las necesidades más urgentes de la población afectada durante los próximos meses, como son el acceso a agua segura, la cobertura de necesidades básicas de alojamiento y la promoción de la higiene para prevenir enfermedades.